Sube a 30 número de niñas muertas por incendio provocado en albergue en Guatemala

Funcionarios de hospitales donde son atendidas las múltiples víctimas que dejó un incendio provocado en un albergue en Guatemala dijeron el jueves que la cifra de niñas muertas aumentó a 30.

Las menores fallecieron durante la madrugada en dos diferentes nosocomios a donde habían sido trasladadas desde el albergue Hogar Seguro Virgen de la Asunción, situado a unos 25 kilómetros al sureste de Ciudad de Guatemala.

Las razones de las niñas para amotinarse

Los adolescentes estaban sancionados por extorsión. Las niñas tenían objetos punzocortantes escondidos en el pelo. Agotamos el diálogo con las niñas. No podíamos aceptar un informe que dice que ese lugar es un gallinero en donde se tortura a los niños. Consideró que la causa del amotinamiento, porque no les gusta la comida, no era válida. No hubo negligencia. No voy a presentar mi renuncia como Secretario de Bienestar Social.

El Presidente ordenó anoche a la policía que encontrara y regresara a los 60 adolescentes fugados.

El problema es que los jueces mezclan a los niños que han cometido delitos con niños abandonados por sus familias. Pedimos al Ministerio Público que investigue pero no responsabilizamos directamente a nadie. El Presidente no vino a participar en la conferencia porque está atendiendo asuntos urgentes de la nación. Se termina esta conferencia de prensa.

Así explicó el Gobierno de Guatemala a sus ciudadanos qué había ocurrido la mañana del 8 de marzo de 2017 cuando unas niñas y adolescentes se amotinaron en la casa hogar gubernamental en la que vivían. Las niñas se amotinaron y prendieron fuego a unos colchones en unas habitaciones para que las dejaran salir. No las dejaron salir y murieron calcinadas. En ese momento eran 19 las que murieron. Hasta ahora van 29.

El Hogar Seguro Virgen de la Asunción queda en una colina a 6 kilómetros del inicio de la Carretera a El Salvador, una de las zonas residenciales más exclusivas de la Ciudad de Guatemala. Está en el municipio de San José Pinula, rodeado por bosques y barrancos que han servido de escondite para más de 100 niños y adolescentes que escaparon durante el último año de lo que debería ser su casa pero consideran su cárcel.

Las niñas no se amotinaron porque no les gustara el sabor de la comida.

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Son las 11 de la mañana de ese miércoles. El Hogar Seguro está rodeado de llanto. De madres, padres y abuelas que llegan a preguntar si sus niños están con vida.
¿Por qué delito están allí esos niños y niñas y adolescentes? Algunos fueron reclutados por las pandillas para el robo, la extorsión o el asesinato. Otros cometieron la insolencia de pertenecer a una familia que los abandonó a la calle, a un padre que les pegaba hasta que un vecino llamó a la policía. A una red que las prostituía siendo niñas. A unos padres que no supieron que hacer cuando vieron que su hijo tenía capacidades especiales. Otros nacieron allí, hijos de adolescentes violadas por sus compañeros o sus maestros o los trabajadores de la Secretaría de Bienestar Social. Todos juntos suman más de 800 bebés, niños y adolescentes viviendo en un lugar con capacidad para 500.
Una señora sube con los ojos llorosos. Le preguntamos si busca a un hijo y nos dice que no, que es una vecina.

Que ayer subió cuando escuchó que habían problemas, que vio como las niñas, tiraban piedras a sus maestros y a los policías mientras gritaban:

– Viólennos aquí, delante de todos. Vengan a violarnos pues, si eso quieren otra vez.

La señora sigue con los ojos llorosos.

– Ésta fue una rebelión de niñas. Cualquiera que viva aquí cerca sabe que esto es un infierno.

El infierno no es una metáfora.

“Ustedes no salen de aquí hasta que me hagan sexo oral”, ordenó el maestro Edgar Rolando Diéguez Ispache a los estudiantes de 12 y 13 años de edad, cuando éstos pretendían salir del salón en el que recibían los cursos de quinto y sexto primaria. Ninguno logró salir ni evitar el abuso sexual. Las violaciones ocurrieron en el Hogar Seguro Virgen de la Asunción, según la Fiscalía de Santa Catarina Pinula del Ministerio Público (MP), contadas en un reportaje del periodista José David López en Plaza Pública en octubre de 2016, hace cuatro meses.

El reportaje narra el terror. El mismo maestro ordenaba a alumnas y alumnos caminar desnudos frente a sus compañeros en el salón de clase. Uno de los albañiles, José Roberto Arias Pérez, violó a una niña con retraso mental. Un supuesto trabajador, descrito en una de las 28 denuncias a la Secretaría de Bienestar Social como Joseph, obligaba a las niñas a tener relaciones sexuales con él y las sacaba del hogar.

Diéguez Ispache está en juicio. Arias Pérez fue condenado a 8 años de prisión. Joseph probablemente todavía trabaja en el Hogar Seguro.

En el Hogar Seguro en el que tuvieron que morir 19, 22 niñas para que Guatemala le pusiera atención.

Redacción

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