RedacciónLa situación haitiana continúa siendo difícil a pesar de la salida del exmandatario Michel Martelly, la presencia de un presidente interino, Jocelerme Privert, y el nombramiento del economista Jean Fritz como primer ministro.
El otrora oficialista Partido Haitiano Tet Kale (PHTK) pasó a la oposición al cuestionar las decisiones de Privert, desaprobar el nombramiento de Fritz e intentar junto a sus aliados revertir la situación.
Para ello, los líderes de esa estructura política se proponen utilizar a sus representantes en el parlamento para hacer frente al proceso de ratificación de la declaración de política general del primer ministro designado.
En una conferencia de prensa, el PHTK calificó de «provocación» la designación de Fritz, un crítico de la corrupción y desaciertos económicos de la administración anterior que se ha propuesto rescatar las finanzas públicas que Privert encontró en estado lamentable.
Los partidarios de Martelly, que aspiraban a mantener al despedido exprimer ministro Evans Paul o a alguna figura del anterior gabinete al frente de la administración, acusan a Privert de haber violado los acuerdos alcanzados con el exgobernante.
En tanto el influyente partido Familia Lavalas, del expresidente Jean Bertrand Aristide, exige el respeto del mandato de Privert e insta al presidente interino a actuar en consonancia con las demandas populares.
Lavalas, que lleva tres días volcada en las calles para rememorar el golpe de estado que depuso a Aristide en el 2004, exige mantener la movilización popular para limpiar la administración pública de los aliados del expresidente Michel Martelly.
Al igual que otros partidos que consideraron fraudulento el aún inconcluso proceso electoral, Lavalas requiere el establecimiento de una comisión de verificación que confirme y sancione las irregularidades en los pasados comicios presidenciales.
La candidata presidencial de ese partido, Maryse Narcisse, advirtió que si los parlamentarios están tratando de bloquear al primer ministro instalado, enfrentarán la ira de los partidarios de Familia Lavalas.
Otros candidatos presidenciales conocidos como el G-8, que disputan también los resultados de las elecciones del 25 de octubre, lamentan que en su discurso Fritz no abordara el tema de la verificación electoral para detectar y sancionar fraudes, lo cual considera un tema medular para poder solucionar la crisis política.
También el G-8, que proponía remplazar a Martelly por el Presidente de la Corte Suprema como gobernante interino, calificó el mandato temporal de Privert (expresidente del Senado) y la instalación de Fritz como parte de la lógica de un golpe parlamentario.
La postura del G-8 está contenida en un comunicado publicado en varios medios locales donde cuestiona además que se celebre una segunda vuelta electoral en la que participe Jovenel Moise (PHTK), que a su juicio fue beneficiado por el fraude.
En eso coinciden Lavalas, el G-8 y el izquierdista partido Pitit Dessalin, opuestos al reclamo del PHTK y sus aliados que exigen formar un Consejo Electoral Provisional (CEP) y efectuar la segunda vuelta de las presidenciales como estaba previsto.
Moise Jean Charles, líder de Pitit Desalin, considera que Privert cometió un error al convocar a la formación del nuevo CEP sin antes investigar la primera vuelta de las presidenciales para decantar a quien se hubiera beneficiado de fraude.
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