Cómo es marchar por el Sí en la ciudad del No

Desde que el acuerdo entre el Gobierno y las FARC fue rechazado por las urnas en el plebiscito del 2 de octubre, las manifestaciones de la sociedad civil para presionar por un nuevo acuerdo han llenado las calles de las principales ciudades del país. Con velas blancas, flores y pancartas los manifestantes han salido a protestar pacíficamente contra la incertidumbre y la polarización en las que quedó sumido el país luego de la derrota al momento de refrendar lo pactado en La Habana.

Una de las marchas que más llamó la atención en las últimas semanas fue la que ocurrió en Medellín. El país se sorprendió con la multitudinaria asistencia que copó las calles de la capital antioqueña por varias horas, no solo por la cantidad de gente que llegó sino porque ocurrió en un lugar del país que se cree fortín del uribismo, que promovió el No.

Le podría interesar: En imágenes: Medellín se vistió de blanco y marchó por la paz

Daniel Duque, un joven de 24 años, estudiante de derecho de la Universidad EAFIT y organizador de estas marchas, habló con Semana.com sobre las dificultades de querer hacer campaña por el Sí en un ciudad que estaba mayoritariamente en contra de los acuerdos y que finalmente voto por el No.

Semana.com: ¿Por qué decidieron meterse en esto?

Daniel Duque: Porque es la causa más noble de todas. Desde que nosotros los jóvenes tenemos memoria, los debates presidenciales han girado en torno a cómo acabar con las FARC y esta es la mejor oportunidad que hemos tenido en años de acabar con eso. Creemos que es urgente acabar el conflicto armado en Colombia para empezar a hablar de pobreza extrema, de desigualdad, de educación, de economía. Somos la generación que acabará la guerra y construirá la paz.

Semana.com: ¿Cómo es defender el Sí en la ciudad del No?

D.D.: Medellín y en general Antioquia han sufrido más que nadie la guerra. Más de un millón 400 mil víctimas son suficientes para decir ¡basta ya!. No queremos más barbarie. Somos conscientes del dolor que han causado las FARC, pero creemos que ese dolor hay que convertirlo en energía para transformar el país.

Creo que muchos captaron nuestro mensaje porque éramos un grupo de jóvenes que siempre hablamos en positivo y no pretendíamos representar a ningún partido. Creo firmemente que tenemos que dejar atrás los odios.

En Antioquia perdimos, creo yo, porque el expresidente Uribe tiene mucho poder de convocatoria aún, pero también porque el resto de los políticos fuertes del departamento no salieron a respaldar el Sí como esperábamos. No estaban en la calle, no hicieron campaña abiertamente. En cambio el Centro Democrático y las iglesias cristianas sí estaban haciendo la tarea del contacto constante con los ciudadanos.

Semana.com: ¿Qué sectores respaldan el Sí en la ciudad?

D.D.: La discusión entre el Sí y el No ya terminó el 2 de octubre. El reto que tenemos hoy es juntar al país, reconciliarnos y enviarle un mensaje contundente a la clase política: queremos la paz, queremos que las víctimas estén en el centro del Acuerdo, queremos que se mantenga el cese bilateral. Nuestra tarea como ciudadanos desde el 3 de octubre ha girado en torno a eso, a juntar al país, a enviar un mensaje positivo. No nos podemos dejar robar la esperanza, tenemos que seguir con la tarea de terminar el conflicto para comenzar a construir la paz estable y duradera de la que tanto se habla.

Semana.com: Uno de los lemas que más se ha visto es «Antioquia no es Uribe», ¿a qué se refieren?

D.D.: En una marcha hay muchas arengas… Nosotros no pretendemos pelear con Uribe ni con nadie. Nuestro interés es pedirle a la clase política que esté a la altura del momento histórico que estamos viviendo. Lo que hoy necesitamos es convocar ciudadanos en torno a tres propósitos concretos: 1) Acuerdo ya, 2) Cese bilateral mientras se llega al Acuerdo y 3) que las víctimas estén en el centro y en esa medida haya verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición. Creemos que en esos tres principios caben muchos ciudadanos, de todas las posturas políticas.

Semana.com: ¿Qué sienten en la calle?

D.D.: Yo siento esperanza, siento que la gente está cansada de la guerra, siento que poco a poco aumenta nuestra empatía con quienes han puesto las víctimas. Todos dicen que quieren la paz, entonces que se vengan para la calle que aquí los esperamos para ejercer presión ciudadana de la buena. La primavera criolla está en gestación.

Redacción

Agregar comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.