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La fiscal principal de San Luis acusó a un matrimonio del delito grave de uso ilegal de un arma por haber mostrado armas de fuego durante una protesta contra la injusticia racial frente a su mansión.
Mark y Patricia McCloskey, mayores de 60 años, son abogados en daño personal. La fiscal de circuito Kim Gardner le dijo a The Associated Press que sus acciones generaron el riesgo de que se desatara una situación violenta durante una protesta pacífica el mes pasado.
“Es ilegal blandir armas de una manera amenazante, eso es ilegal en la ciudad de San Luis”, señaló Gardner.
Un abogado del matrimonio, Joel Schwarts, dijo en un comunicado que la decisión de presentar cargos era “desalentadora, ya que creo inequívocamente que no se cometió ningún delito”.
Partidarios de la pareja dijeron que estaban defendiendo legalmente su vivienda de 1,15 millones de dólares.
Gardner está recomendando un programa de rehabilitación como el servicio comunitario en lugar de tiempo en prisión si los McCloskey son declarados culpables. Generalmente, los delitos graves de clase E pueden llegar a tener sentencias de hasta cuatro años tras las rejas.
Varios líderes republicanos han criticado la investigación de Gardner, incluidos el presidente Donald Trump, el gobernador de Missouri Mike Parson y el senador Josh Hawley, quien pidió al secretario de Justicia federal William Barr que emprendiera una investigación a Gardner sobre su respeto a los derechos civiles. Parson dijo en una entrevista radiofónica el viernes que probablemente indultaría a la pareja si era acusada y declarada culpable.
Gardner dijo que Trump, Parson y otros la están atacando para desviar la atención de su “manejo fallido de la pandemia de COVID-19”, entre otros temas.
En San Luis, al igual que en muchas ciudades de todo el país, hubo manifestaciones en las semanas posteriores a la muerte de George Floyd ocurrida en Minneapolis.
En la manifestación del 28 de junio, la vivienda de los McCloskey estaba fortuitamente en la ruta. Varios cientos de personas marchaban hacia la casa de la alcaldesa Lyda Krewson, ubicada a unas cuantas cuadras del hogar de los McCloskey. Krewson había hecho enfurecer a activistas luego de leer durante una transmisión en vivo de Facebook los nombres y direcciones de algunos de los que habían pedido quitar fondos a la policía.
Según un informe policial, la pareja escuchó mucho ruido y vio a un gran número de personas romper una verja de hierro que tenía letreros que decían “No pasar” y “Calle privada”. Uno de los líderes de la protesta, el reverendo Darryl Gray, dijo que la verja estaba abierta y que los manifestantes no la dañaron.
Mark McCloskey confrontó a los manifestantes con un fusil semiautomático, les gritó y les apuntó con el arma, según una declaración del agente Curtis Burgdorf. Luego Patricia McCloskey salió con una pistola semiautomática, les gritó a los inconformes que se fueran y les apuntó.
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