RedacciónReino Unido.-Richard Bridger es un enfermo de atrofia muscular de 31 años que hace unos días decidió acudir a un cine de la cadena Odeon en Surrey, Gran Bretaña, para disfrutar de la película V3nganza. Sin embargo, su experiencia fue interrumpida y se vio obligado a desalojar la sala cuando la proyección llevaba 40 minutos.
Bridger no había incurrido en ningún tipo de actitud gamberra ni se estaba comportando de manera inapropiada. Lo que motivó su expulsión fue la enfermedad que padece, debido a que su dolencia le obliga a servirse de un respirador que ayuda a los músculos de los pulmones a llevar a cabo la función vital. Richard estaba acompañado de la persona que cuidad de él y ambos tuvieron que abandonar la película de acción protagonizada por Liam Neeson.
Seis personas que se encontraban en la sala se quejaron de que el aparato era demasiado ruidoso. Por si fuese poco, se les pidió que no volviesen a acudir al cine los sábados por la noche, dado que son las noches más concurridas.
El padre de Richard, Steve Brigder, ha descrito el tratamiento que recibió su hijo como “asqueroso”. Ha reconocido que el “ventilador sí hace un pequeño ruido, el aire que entra y sale, pero no es nada drástico en absoluto, nada que se parezca a la gente comiendo palomitas”, añadió.
“Cuando estamos en casa, vemos programas de la tele con el respirador encendido. Si hubiese estado mandando mensajitos o contestando llamadas de móvil durante la película, lo habría entendido, pero no puede hacer nada de eso, pues carece de la fuerza física necesaria”.
El padre añadió que su hijo, que es mentalmente capaz, lleva yendo a ese cine desde que abrió y que en los últimos cuatro años le ha hecho falta el aparato. Agrega que hay que organizar muchas cosas cada vez que sale y que el joven solo quería ver una película.
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