Paulinho impulsa al Barça

Sufrió mucho el Barcelona para sumar su cuarta victoria. Lo hizo con goles de dos jugadores suplentes y en medio de un juego ramplón. No fue el mejor partido de los azulgranas, pero demostraron que saben sufrir.

El Barcelona se quedó dormido en el vestuario y desde ahí contempló la primera parte. O esa fue la impresión que dejó después de cuarenta y cinco minutos oscuros, plomizos, andando todo el tiempo como si lo estaba sucediendo sobre el césped no fuese con ellos. Ni el golazo de Gaku sirvió como atizador para desperezar a un equipo que recordó al vía crucis durante la Supercopa frente al Madrid. Todo fue tan malo que hasta se lesionó Dembelé y tuvo que salir Deulofeu.

Antes del receso solo hubo una noticia del Barcelona y tuvo como protagonista a Leo Messi. Fue en una falta ejecutada desde la frontal, a la que respondió de manera magistral Guaita. Solo eso. Demasiado poco para un equipo que aspira a pelearle el título al Madrid. La excusa del partido entre semana de la Champions es impropia de una plantilla tan cualificada.

Después del descanso, el Barcelona cambió la decoración del partido. Denis entró por Iniesta. Tomó las riendas y fue arrinconando al Getafe. Sin grandes alardes fue madurando el choque a la espera del tanto del empate. Estaba el juego tan inclinado hacia el área local que Denis Suárez logró la igualada después de una jugada colectiva. El tanto hizo mucho daño al Getafe y subió las prestaciones del Barcelona.

Valverde movió el banquillo y metió a Paulinho por Rakitic. En pleno acoso del Barça, el brasileño marcó el segundo después de un buen pase de Leo Messi. Por fin, uno de los cuestionados fichajes daba su fruto.

Redacción

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