Entre los temas abordados estuvieron la educación, la gestión de la pandemia de Covid-19 y los programas de infraestructura.
El expresidente y candidato presidencial Luiz Inácio Lula da Silva (Partido de los Trabajadores) y el actual mandatario y aspirante a la reelección, Jair Bolsonaro (Liberal), sostuvieron este domingo el primero de sus debates televisivos cara a cara previos a la segunda vuelta de las elecciones en Brasil.
Los principales temas abordados durante el debate fueron la educación, la gestión de la pandemia de Covid-19 y los programas de infraestructura.
En un segundo bloque, los candidatos respondieron preguntas de los periodistas, vinculadas con la separación de poderes, la privatización de Petrobras, la política de precios, los combustibles y la regulación de las fake news, entre otros temas.
Lula recordó que durante los mandatos del PT se aplicaron políticas de inclusión social que permitieron la generación de 22 millones de empleos, incrementar el salario mínimo y crear 18 universidades y una cifra significativa de escuelas técnicas, mientras que Bolsonaro solo inauguró una, cuya construcción se inició durante la gestión de Dilma Rousseff.
Señaló que su programa de gobierno concede suma importancia a una política fiscal que reduciría los impuestos a los pobres y los incrementaría a las mayores fortunas.
Le preguntó a su adversario cuántas universidades y escuelas técnicas se crearon durante su administración. Bolsonaro evadió el tema y declaró que su Gobierno implementó el programa Auxilio Brasil, cuyo monto financiero superó las ayudas llevadas al pueblo por otro programa, Bolsa Familia, articulado durante los gobiernos del PT.
Gestión de la pandemia
Lula manifestó que Bolsonaro tuvo una permanente actitud negacionista ante el coronavirus y el papel de la ciencia para enfrentarlo, y que demoró en dar respuesta a la Covid-19.
Recordó que Brasil recibió ofertas de venta de vacunas con suma antelación y no las adquirió. Lo responsabilizó con cerca de 400.000 muertes provocadas por el virus SARS-CoV-2 en la nación suramericana, las cuales pudieron haberse evitado.
Señaló que una comisión del Senado investigó la respuesta a la pandemia y, entre otras cuestiones, reveló un esquema fraudulento en torno a la compra de los antígenos. Manifestó su esperanza de que la Fiscalía investigue esos hechos de corrupción.
El mandatario de ultraderecha reconoció que se mostró contrario al protocolo defendido por las autoridades sanitarias de colocar en aislamiento a personas contagiadas.
Por otra parte, responsabilizó a gobernadores de algunos estados con sucesos de corrupción que, según él, entorpecieron la compra de oxígeno medicinal, con lo cual trató de desligarse de críticas que recibió su Gobierno por este problema.
Seguridad y programa de infraestructuras
Lula subrayó que durante su Gobierno se construyeron cinco prisiones de máxima seguridad. Le preguntó a Bolsonaro cuántas se construyeron durante su gestión.
El actual mandatario también evadió esta pregunta e intentó vincular a Lula con la delincuencia y responsabilizar al PT con hechos de corrupción acontecidos en el país, como ocurrió en la petrolera estatal Petrobras.
Lula recordó que ha sido el único Presidente que entró a una favela sin chaleco antibalas y lo hizo porque cree en el pueblo. Señaló que visitó el Compleixo de Alemao para relacionarse con hombres y mujeres trabajadores, y rechazó la idea de que los bandidos están entre las capas pobres de la población.
Más adelante agregó que su Gobierno implementó políticas públicas para reducir las desigualdades y estas contribuyeron a sacar a 36 millones de personas de la pobreza.
Señaló que otro logro fue el programa de infraestructura puesto en marcha durante su gestión. Valoró que ha sido el mayor implementado en el país suramericano y que permitió generar decenas de miles de empleos. Dijo que el actual mandatario no tiene ningún proyecto para construir carreteras o llevar agua a las regiones del nordeste.
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