Irán considera no negociable su programa balístico y critica a Francia

Por segunda vez en 24 horas, Irán criticó la posición de Francia, que pide una revisión de la política regional y del programa balístico de la República Islámica, pese a un acercamiento entre ambos países desde el acuerdo nuclear de 2015.

El presidente francés, Emmanuel Macron, ha reafirmado su voluntad de «diálogo» con Irán, pero expresó el viernes «su deseo» de que este país «tenga una estrategia regional menos agresiva». Macron se preocupó además por una «política balística» iraní que «parece no controlada»

Ali Akbar Velayati, un consejero de asuntos internacionales del guía supremo Ali Jamenei, replicó este sábado en la televisión de Estado: «Sobre temas de defensa y del programa balístico no pedimos permiso a nadie (…) ¿Por qué interviene Macron? ¿Por qué se mete en estos asuntos?»

«Es evidente que nuestra respuesta es negativa» a la demanda de Francia de negociar el tema balístico y la política regional de Irán, aseguró.

El responsable iraní añadió que su país no pediría «permiso a los demás» para saber si puede tener misiles y «cuál debe ser su alcance».

El viernes, Irán ya había criticado una primera vez a Francia tras las declaraciones del ministro de Exteriores, Jean-Yves Le Drian, en las que acusó a Irán de «tentaciones hegemónicas» en Medio Oriente.

Le Drian hizo esa declaración desde Riad, poco después de la visita de Macron a Arabia Saudí, gran rival de Irán en la región.

Un portavoz de la diplomacia iraní afirmó que la «parcialidad» de Francia agrava las crisis regionales.

«Aconsejo al presidente francés que intente seguir la visión del general De Gaulle y tener una política semiindependiente» respecto a Estados Unidos, aliado de Riad, declaró Velayati, quien fuera ministro iraní de Exteriores durante 16 años, entre 1981 y 1997.

Un histórico acuerdo fue suscrito en 2015 entre seis grandes potencias (Estados Unidos, China, Rusia, Reino Unido, Francia, y Alemania) e Irán para garantizar el carácter pacífico de su programa nuclear, aunque el presidente estadounidense, Donald Trump, amenaza con retirar a su país de dicho acuerdo.

Amparándose en la dura posición de Washington, Arabia Saudí e Israel piden también la revisión del acuerdo, para limitar aún más el programa nuclear iraní.

Exigen asimismo más presiones para restringir el programa balístico de Irán y una limitación de su creciente influencia en la región, especialmente en Irak, Siria —Teherán es importante aliado del régimen de Bashar Al Asad—, Líbano, Yemen y Baréin.

Ante estas amenazas, Macron ha propuesto un diálogo con Irán sobre su programa de misiles y su influencia regional.

En los últimos meses, Irán saludó la posición de los países europeos y de Francia, que quieren mantener el acuerdo nuclear. El reciente anuncio de una visita de Macron a Irán en 2018 —hecho inédito en 40 años— también hacía presagiar un acercamiento entre los dos países.

Pero la posición de Francia, que quiere, paralelamente al mantenimiento del acuerdo nuclear, abrir negociaciones sobre la política regional de Teherán y su programa balístico, no ha sido apreciada en la República Islámica.

Sobre todo, porque Francia ha sido uno de las grandes beneficiarios del acuerdo nuclear, pues tras el levantamiento de las sanciones se han suscrito varios contratos comerciales entre Irán y empresas francesas, como Peugeot, Renault, Airbus o Total.

Redacción

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