Fassbender, el actor del año

Admite que estaba completamente agotado y listo para tomarse seis meses de vacaciones cuando le llegó el guión de Aaron Sorkin sobre la vida de Steve Jobs que Christian Bale y Leonardo DiCaprio habían dejado pasar.

Pero si algo distingue a este hijo de una irlandesa y un alemán, nacido en Heidelberg (Alemania) pero criado en Killarney (Irlanda), es su buen olfato para la oportunidad. Así que, con el mismo entusiasmo que le llevó a adelgazar un buen montón de kilos para protagonizar Hunger, de Steve McQueen, a entrenarse como un espartano para participar en 300 o a decir que sí a Tarantino cuando le convocó para Malditos bastardos -pasos todos ellos que sirvieron para que se convirtiera en la gran estrella, venerada por la industria, la crítica y el público, que es hoy-, Fassbender decidió sobreponerse al cansancio que arrastraba y aceptar la propuesta de Danny Boyle, que reemplazó en el último momento a David Fincher como director de Steve Jobs.

La apuesta no le ha salido nada mal. Aunque el filme, que acaba de llegar a las pantallas norteamericanas, ha dividido a la crítica y la audiencia, las interpretaciones de todo el elenco han recibido comentarios positivos, en especial la de Fassbender, que ha pasado a encabezar las listas de posibles nominados al Oscar al mejor actor de este año. Y son muchos los que están convencidos de que terminará ganándolo. Curiosamente, el segundo en la lista no es otro que DiCaprio, quien decidió abandonar el proyecto de Steve Jobs cuando Alejandro González Iñárritu lo invitó a protagonizar El renacido, que se estrenará a finales de diciembre.

Fassbender asegura que los reemplazos en el último momento son algo normal en la industria y que está seguro de que tanto Bale como DiCaprio hubieran sido fantásticos como Jobs. De ganar el Oscar, Fassbender, que hasta ahora sólo ha recibido una nominación -al mejor secundario, el año pasado, por 12 años de esclavitud-, vería coronada una carrera muy completa, en la que caben papeles polémicos como este, donde encarna a un Steve Jobs no necesariamente simpático ni glamuroso, el cine rabiosamente independiente y las grandes superproducciones, como la franquicia de X-Men, cuya próxima entrega, Apocalipsis, llegará a los cines en mayo y en la que volverá a interpretar a Magneto.

Fassbender es sin duda un actor de gran versatilidad, y su disposición a hacer todo tipo de papeles le ha llevado también a aceptar ser el protagonista del próximo Alien, que en principio volverá a dirigir Ridley Scott, e incluso de Assassin’s Creed, adaptación de ese famoso videojuego, que actualmente se rueda en Londres, una superproducción que se estrenará en la Navidad del 2016 y que cuenta asimismo con Marion Cotillard, Jeremy Irons y Brendan Gleeson.

Fassbender admite que tras abandonar sus sueños de ser guitarrista por el teatro a los 17 años, se obsesionó con el sueño de ser actor y ahora que se le han abierto las puertas de par en par no deja pasar una sola oportunidad. Además de Steve Jobs este año ya ha estrenado un western independiente que ganó un importante premio en Sundance, aunque fracasó en la taquilla norteamericana, Slow West, recién estrenado en España, y en diciembre llegará el ambicioso Macbeth que ya le ha valido el elogio de la crítica en varios festivales y que puede darle otra oportunidad de entrar en la carrera de los grandes premios.

De cara al próximo año tiene ya otras tres películas esperando estreno: la nueva del tan reconocido como controvertido Terrence Malick, aún sin título, Trespass against us, donde volvió a coincidir con Brendan Gleeson, y The light between oceans, de Derek Cianfrance, un drama en el que también interviene la que ha sido su novia hasta hace pocas semanas, la joven sueca Alicia Vikander.

Redacción

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