Ejecuciones alcanzan su cifra mundial más alta en 25 años

Los principales países verdugos que acometen la pena de muerte en el mundo son estos y en este orden de cantidad: China, Irán, Pakistán, Arabia Saudí y Estados Unidos. Tristemente, la potencia mundial sigue alineada cuando se trata de la pena capital con regímenes autoritarios y alejada de la práctica común de los países desarrollados de no ejecutar a sus ciudadanos.

En 2015, un total de 1.634 personas fueron ejecutadas en el mundo, un 54% más que el año anterior, lo que supone la cifra más alta que se registra en más de un cuarto de siglo, según el informe presentado este miércoles por Amnistía Internacional. La organización de defensa de los derechos humanos alerta, además, de que estos números no reflejan la auténtica realidad ya que, por ejemplo, China no difunde el número total de personas a las que ejecuta.

Por séptimo año consecutivo, Estados Unidos fue durante 2015 el único país del continente americano que llevó a cabo ejecuciones. La única buena noticia es que la cifra fue la más baja desde 1991, con 28 homicidios legales (siete menos que en 2014). Tan solo otro país de la región dictó sentencias de muerte en 2015: Trinidad y Tobago.

Amnistía Internacional declaró que por primera vez “la mayoría de los países del mundo, 102, abolieron por completo la pena de muerte” de sus códigos penales, después de que países como Fiyi, Madagascar, Surinam y la República del Congo eliminaran la arcaica práctica de sus legislaciones.

Año de extremos

La organización definió 2015 como «un año de extremos». «Vimos algunos acontecimientos muy inquietantes, pero también desarrollos que son motivo de esperanza». En opinión de AI había indicios de que la pena de muerte estaba disminuyendo en popularidad en algunos países. Y a pesar del aumento de las ejecuciones, menos personas fueron condenadas a muerte; en particular en Nigeria, que registró una caída del 74%.

Chad reanudó las ejecuciones, tras más de 12 años, cuando en agosto fueron ejecutados por fusilamiento 10 presuntos miembros Boko Haram. Y Bielorrusia fue el único país de la región de Europa y Asia Central que utilizó la pena de muerte. Aunque no ejecutó a nadie en 2015, el país impuso al menos dos nuevas condenas a muerte.

«Cualesquiera que sean los retrocesos a corto plazo, la tendencia a la larga es evidente: el mundo se está apartando de la pena de muerte. Los países que siguen ejecutando a personas tienen que darse cuenta de que están en el lado equivocado de la historia y deben abolir la forma más extrema de pena cruel e inhumana», declara Amnistía.

Este miércoles, Texas tenía previsto ejecutar a Pablo Vásquez, un latino de 38 años que en 1998 asesinó a un adolescente después de una fiesta y se bebió su sangre. A Vásquez lo ejecutarán con una inyección letal en la prisión de Huntsville (Texas) a las seis de la tarde, hora local de Texas. Será el undécimo reo ejecutado este año en Estados Unidos y el sexto en Texas.

 

Redacción

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