#Cuba y los papeles de PANAMÁ

En este mundo donde mucho se dice, pero casi nada se argumenta, acaba de aflorar un nuevo escándalo que una vez más demuestra el fino hilo que separa a criminales, narcotraficantes y delincuentes con inmorales personajes que desde poderes ejecutivos y legislativos firman gran parte de las decisiones político-económicas y sociales que rigen en nuestro planeta, y si cree que exagero entonces respóndame a qué se dedican los 12 jefes de Estado o primeros ministros y los 128 políticos que hasta al momento han sido involucrados en el escándalo.

Y es que no puede ser de otro modo porque en un capitalismo unipolar donde es difícil comprender como y de donde realmente provienen los cientos de miles de millones de dólares que engrosan las campañas presidenciales, la compra de deportistas, entre otros “sin sentidos”, pululan las publicaciones “especializadas” en justipreciar fortunas y “afortunados” en lugar de denunciar los horrores que generalmente se esconden detrás de estos, al mismo tiempo que se venera a don dinero como epicentro de la ideología y salvoconducto indispensable para una supuesta “mejor vida”.

Aun cuando no queda claro la verdadera intención de los que revelaron los 2,6 terabytes de documentos filtrados, cuyas informaciones “salpicaron” a 214.488 entidades conectadas a personas de más de 200 países y territorios, ni tampoco qué papel juega la “USAID” y la “Open Society” como “patrocinadores de la investigación”, entre otras interrogantes, existe una sola cosa bien clara, que en buen “cubano” se diría así: “Cuba está fuera de ese potaje”. Y no se trata de chovinismo barato, tampoco de alucinar pensando que en nuestra isla no viven o han vivido personajes sin escrúpulos, corruptos y sin vergüenzas, no, no se trata de eso, sobrados ejemplos tenemos de estafas y desvíos de funcionarios, gente inescrupulosa enriquecida con el dinero que no es suyo,… no se trata tampoco de que la USAID y compañía se hayan convertido de repente en “honestas instituciones” que respetan la integridad ético moral de nuestros máximos dirigentes, o que hayan cambiado su política hacia Cuba a raíz de las nuevas estrategias de los “Obama and partners”… no, no es producto de eso.

Que Cuba esté “fuera del potaje” se debe principalmente a un par de sencillas razones, la primera es la voluntad política del gobierno cubano y sus dirigentes históricos que desde 1959 ha priorizado la lucha contra la corrupción y el claro mensaje que conductas de esa índole pueden poner en peligro la Seguridad Nacional del país (la Causa 1 de 1989 que juzgó a un grupo de jefes y militares fue un claro ejemplo que nadie era impune al respecto) y la segunda, no menos importante, es la lección de entereza y dignidad que el líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, ha dado con su modesta vida (sobradas anécdotas existen de su desinterés material y de las austeras condiciones en las que vive y vivió) pero sobre todas las cosas perdura en la mente del pueblo cubano -y de sus enemigos- el ejemplarisantemente “derechazo” que nuestro Fidel dio a la amarillista revista estadounidense Forbes:

“Pasaban los días de aquel 2006 y el Departamento de Estado y la CIA, obsesionados por denigrar al líder cubano conjuraron la campaña con Steve Forbes, el millonario dueño de la revista y de una cuenta personal de 1.839 millones de dólares, quien hizo que su revista difundiera un listado de “superricos” donde colocó al líder cubano como el séptimo jefe de Estado más rico del mundo con un patrimonio de 900 millones de dólares…

En años anteriores “el acusado” no había contestado pero esta vez su paciencia se colmó y replicó a lo grande, a lo Fidel, en una comparecencia en la televisión y radio que duró cuatro horas donde luego de desmontar una por una las falacias, el comandante en jefe desafió a George Bush, la CIA y la revista a que demostraran que él tuviera una sola cuenta corriente en el extranjero y en tal caso renunciaría a la presidencia. Textualmente afirmó: “búsquenme una cuenta, un dólar; si prueban que tengo un solo dólar renuncio a mi cargo y a las funciones que estoy desempeñando, ya no le harían falta ni planes, ni transiciones”. La pelota quedó picando en Wall Street y el Salón Oval y aparecieron entonces las “correcciones, disculpas, justificaciones” y todo lo posible para evitar el reto, quedaba claro quién había sido el ganador.”

Lo mismo sucede ahora con esta nueva odisea… sin tener relación alguna, Cuba y sus dirigentes históricos, puntualmente su máximo líder, son los grandes ganadores en tanto una vez más se demuestra la integridad de los mismos.

PD: Que pena que Macri y otros muchos amiguitos de la Casa Blanca no puedan decir lo mismo, por lo que aprovecho y doy mi consejo a ese que tantos consejos gusta dar a los cubanos: “Obama, escoja bien sus amistades”.

Así lo creo.

Redacción

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