Cómo trabaja el Gobierno de Luis Arce para eliminar discriminación en Bolivia

El Ministerio de Culturas realizó la Cumbre Nacional contra el Racismo y la Discriminación, a raíz de varios hechos que preocupan a las autoridades. Sputnik conversó con sus participantes, quienes explicaron cómo sigue vigente esta conducta, penada por la ley 045.
Con 36 pueblos indígenas reconocidos en la Constitución, Bolivia es un Estado Plurinacional multicultural. La mitad de su población se asume de alguna nación originaria, según los últimos censos. Pero tanta diversidad tiene su contrapartida en crueles actos de discriminación que se perciben a diario en mayor o menor dimensión.
El racismo y la discriminación a gran escala quedaron expuestos en el golpe de Estado de 2019, cuando miembros de la Policía Nacional recortaban la wiphala de sus uniformes, la bandera que identifica a los pueblos indígenas del país. En esos mismos días, mujeres campesinas eran flageladas en las ciudades por jóvenes de grupos golpistas.
También fue evidente la discriminación durante el paro de 36 días de Santa Cruz, cuando fue incendiada la sede de la federación departamental de campesinos. Consciente de esta realidad, el Gobierno de Luis Arce organizó la Cumbre Nacional contra el Racismo y la Discriminación, en el centro de exposiciones Chukiago Marka de La Paz el 6 y 7 de diciembre, con la participación de 1.100 personas de diferentes organizaciones de todo el país.
Sputnik conversó con varios participantes, quienes relataron sus experiencias con el racismo y la discriminación, así como sus propuestas para vivir en una sociedad más empática con quienes la integran.
Zenobia Ticona, secretaria de Educación de la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia Bartolina Sisa (CNMCIOB-BS), supo de qué se trataba la discriminación de niña, cuando llegó a la escuela conociendo solamente el idioma de su familia, el aymara.
«Antes no sabía escribir ni hablar en castellano. Y me maltrataron en la escuela. Me pegaron, me arrancaron las hojas del cuaderno por saludar: ‘Buenos días seroñita'».

Discriminación interna

Dentro de Bolivia existe discriminación entre la población de las tierras altas y las tierras bajas. La ciudad de Santa Cruz, principal urbe del oriente, recibe cada día a cientos de migrantes de departamentos andinos como Oruro o Potosí. Allí los llaman despectivamente «collas». Mientras que los nacidos en tierras bajas se autoproclaman «cambas».
Según Luis Rojas Rosales —un «colla», para el caso— las diferencias entre ciudadanos bolivianos de tierras altas y bajas son exacerbados por los grupos de poder del oriente, últimamente interesados en revisar la relación del departamento cruceño con el Estado boliviano, como desde hace décadas manifiestan su deseo de formar un país aparte.

El Motín

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