El MotínPor Juan López
Al realizar una objetiva evaluación de la administración y “obras realizadas” durante el primer año de gestión, lamentablemente, se llega a la conclusión de que la alcaldía del municipio Santo Domingo Este (MSDE) exhibe un balance negativo con mucho más sombras que luces.
Para sus limitadas ejecutorias, el artista-alcalde se auto-escuda en tres excusas baladíes: a) Los efectos de la pandemia del coronavirus. b) Las deudas que heredó de la pasada administración y c) La mala gestión y descréditos del alcalde que sustituyó, el 24 de abril del 2020.
Cierto. Su juramentación se realizó con la pandemia en desarrollo, igual que las otras alcaldías del país. En consecuencia, ese ambiente no era sorpresa. Antes de las elecciones se conocía, razón por la cual su “plan de los primeros cien días” y su modelo de gestión por una “Ciudad Justa y Creativa” debieron reajustarse a esa situación, ¡lo cual no hizo!
Por el contrario, sus principales actividades en este primer año las dedicó a realizar tours mediáticos, cancelaciones masivas de técnicos y empleados, a desenvolverse entre quisquillas y confrontaciones con regidores y dirigentes del PRM por nombramientos y “a dar palos a ciega” con varias improvisaciones.
Mientras tanto, los munícipes reclamaban la realización de los servicios que competen al ASDE y que se llevasen a cabo acciones para recoger la basura que llenaban las calles y espacios públicos del municipio.
Tampoco pagó las deudas y, en poco meses, incrementó considerablemente las deudas, a tal grado que la actual gestión tiene muy pocos créditos entre comerciantes del MSDE.
Ante las múltiples quejas y denuncias públicas por las insignificantes ejecutorias, el artista-alcalde buscó y obtuvo el auxilio directo del gobierno central, lo que se materializó, principalmente, a través del Ministerio de Obras Públicas (MOPC).
Esa fue la razón por la cual el MOPC asumió las funciones que corresponden a la alcaldía del MSDE para realizar bacheos y asfaltados en algunas calles, limpiar ciertas cunetas, construir algunos pozos filtrantes y hasta recoger basura. ¡Ahí estuvieron las pocas luces que exhibe la alcaldía en su primer año de gestión!
También el artista-alcalde se atrevió a presentar como compromisos de su gestión la posible realización de varias obras que prometió el presidente Abinader, consciente de la importancia política que tiene el MSDE en su condición de mayor municipio y de sus casi 800 mil electores.
En su deslucido primer rendimiento de cuentas, el artista-alcalde, además de mentir en varios aspectos, también presentó como suyas algunas obras que prometió realizar el gobierno central:
La continuación de la ampliación de la Av. Coronel Fernández Domínguez (antigua autopista San Isidro), las construcciones de la extensión de la UASD, de un estadio para béisbol profesional, del Palacio de Justicia, el rechazado e inadecuado relleno sanitario en el poblado del Tamarindo, de un nuevo mercado en Los Mina y el alumbrado del Faro a Colón que donaría un país amigo.
¡Esas obras, en caso de ejecutarse, sería a través del MOPC y otras instituciones del gobierno central!
Las tenues luces en las ejecutorias de la alcaldía del MSDE se pueden observar en pintura y limpieza del cementerio Cristo Salvador, remozamiento de algunas instalaciones deportivas, pintura del boulevard de Las Américas, reorganización en el mercado El Almirante, recuperación de algunos espacios públicos (mercadito de La Bomba) y así por el estilo.
Es decir, el artista-alcalde, en un año de gestión ha demostrado su incapacidad como gerente. ¡NO tiene una sola obra de importancia que exhibir, con la pobre ejecución de un presupuesto de más de 2,000 millones de pesos!
Ahora está realizando una licitación pública para empezar a recoger la basura que, por montones, se acumula en el municipio y supuestamente iniciará la organización del tránsito vehicular.
Por falta de gerencia, el artista-alcalde consumió el 25 % del tiempo de su gestión envuelto en brumas, problemas y desteñidas escaramuzas políticas que vaticinan una pobre y frustrante administración del ASDE.
Realmente, NO se vislumbra en el horizonte una alcaldía con planes específicos para convertir al MSDE en una “Ciudad Justa y Creativa” como prometió durante su extensa campaña electoral.
La mayoría de los pobladores del municipio, en diferentes encuestas que se han realizado, ha manifestado una percepción negativa de la gestión del artista-alcalde que lo ubica entre 35 % y 40 % de aceptación.
De continuar por el camino que mostró durante su primer año de gestión, “con más sombras que luces”, tal cual se percibe, la administración del artista-alcalde en el MSDE finalizará en forma decepcionante lo que se visibiliza como un negativo ejemplo de malas prácticas municipales en la gestión de un gobierno municipal en la R. Dominicana.
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