Por Nelson Marte
Mucha gente no entendió de donde le venía la desesperación que exhaló el presidente Danilo Medina el jueves cuando, como quien se gopea la cabeza contra la pared alegaba no explicarse por qué Luis Abinader aventaja por 27 puntos porcentuales (56 a 29) al candidato gobiernista Gonzalo Castillo, según la encuesta independiente Greenberg-Diario Libre.
“Todo lo que ha pasado desde las elecciones favorece al PLD y a Gonzalo”, rumiaba el Presidente en un video proveniente de su reunión con algunos miembros del Comité Central del PLD, y que en menos de 3 horas se hizo vital en todas las redes.
¿Qué es “todo lo que ha pasado” desde las elecciones municipales que de manera inexplicable, para el Presidente, en vez de favorecer a Gonzalo y el PLS ha impulsado el apoyo electoral y la favorabilidad de Luis Abinader y el PRM?
¿Qué fue “todo lo que pasó”, desde las elecciones municipales hasta acá, que el Presidente se cuidó muy bien de no identificar en detalle, en su arrebato que desde una reunión interna del PLD llegó hasta el público?
Aquí la respuesta: En ese período, que fue el de la expansión de Coronavirus y las grandes inversiones del gobierno para supuestamente controlarlo, Danilo Medina apostó a que la masiva ayuda gubernamental reunida con empréstitos y donaciones empresariales, distribuida a nombre de Gonzalo Castillo y otros candidatos gobiernistas, les subiría el apoyo, y detendría el avance de Luis Abinader y los candidatos del PRM y aliados.
Que ese reparto discriminatorio, irresponsable y abusivo, incluso contra candidatos del PLD, que lo denunciaron a la prensa, detendría la caída cuesta abajo en su rodada del PLD, debidas a las deficiencias de sus gestiones, los escándalos de corrupción e impunidad y por mantener un candidato presidencial con múltiples señalamientos de corrupción ante los cuales calla, con lo que otorga.
Luis Abinader exhortó oportunamente al pueblo, desde Elías Piña, de las provincias que encabezan el mapa nacional de pobreza, a que los necesitados cogieran la ayuda social del gobierno y sus candidatos pero que a la hora de votar lo hicieran por conciencia, precisándoles además que esa ayuda se compra con fondos públicos y que pertenece a todos los dominicanos.
La estrategia de favorecer a Gonzalo y al PLD con la ayuda social, que debió ser totalmente invertidos en la lucha contra el Coronavirus, pero fue desviada hacia los candidatos peledeístas, contó con una campaña mediática y hasta una encuesta vendiendo la idea de que esa maniobra había creado una nueva “realidad” política que benefició a Gonzalo y perjudicó a Luis Abinader.
Pero “todo lo pasado”, diseñado y ejecutado para favorecer al PLD, como reclamaba el Presidente en su discurso del jueves, y perjudicar a la oposición, fue lo que se llama un tiro por la culata, que en vez de perjudicar a Luis y al PRM y aliados, los ha colocado a las puertas de un contundente triunfo electoral.
¿Por qué le salió al gobierno ese tiro por la culata? Por algo que la vieja escuela política, sobre todo la del poder, insiste en despreciar: La Era del Conocimiento llegó también al pueblo dominicano. Y por eso, un campesino inclinado en su conuco en la plena de Azua, unas vecinas de Capotillo o Simón Bolívar, un campesino de Cibao Adentro, lo mismo que un pescador de Boca de Yuma, están enterados al momento de lo que está ocurriendo en todo el mundo, y sobre todo aquí.
Ellos, como el resto del pueblo, conocen al dedillo todo lo que se está moviendo, y saben que, por ejemplo, cuando Danilo se mete en campaña con toda la parafernalia gubernamental, está abusando de la Constitución y las leyes que lo obligan a renunciar o tomar una licencia si quiere hacer campaña.
Y aunque la prensa lo calle o no se lo reclame al Presidente, ellos lo saben y como parte de la mayoría quieren igualdad para todos y respeto a las leyes, un país decente y de respeto, y no uno de abusos y de imposiciones absolutistas. Ellos no tienen razones para apoyar lo mal hecho, aunque lo haga el Presidente.
Hoy concluye otra semana perdida para el continuismo y la barbarie, y ganada por el cambio y la civilización.
Por todo eso es que vaticino, como hice en mi artículo del viernes en El Caribe, que no es con una ventaja de 27% que será derrotado el continuismo sino con una andará por el alrededor de un 60%.
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