Tensión entre militantes y detractores de Lula en sede de Policía de Curitiba

Un grupo de detractores y uno de simpatizantes de Luiz Inácio Lula da Silva, condenado a 12 de prisión por corrupción, discutieron hoy airadamente a las puertas de la sede de la Policía Federal de Curitiba, donde se espera la llegada del exmandatario brasileño para su ingreso en prisión.

El incidente ocurrió a las puertas de la sede policial, ubicada en un barrio residencial al norte de la capital paranaense, sin que interviniera ninguno de los agentes que se encuentra en el interior del recinto.

Los gritos de “Lula en la cárcel” se mezclaron con los de “Lula, guerrero del pueblo brasileño”, momento en el cual algunos manifestantes entraron en discusiones paralelas sobre el asunto con un elevado tono de voz.

“Vivo en la periferia, si tengo una casa, un carro, si mi hijo puede estudiar fue gracias a Lula“, decía uno de los militantes defensores del ex jefe de Estado, que se encuentra atrincherado a 400 kilómetros de distancia, en el sindicato de los metalúrgicos de Sao Paulo.

“No fue por Lula, fue por el empresario y la industria”, respondía un detractor del líder del Partido de los Trabajadores (PT).

En otra de las discusiones, uno de los contrarios se acercó a un militante de Lula para preguntarle por qué habían venido hasta el local, a lo que el último le respondió que “tenía derecho” de manifestarse.

“¿Cuál es tu autoridad para decirme eso? Ustedes no me intimidan yo soy trabajador, petrolero. Ve andando por ahí”, le dijo el simpatizante de Lula a su interlocutor, que iba con gafas de sol.

En la víspera, medio centenar de manifestantes contrarios al presidente más carismático de la historia de Brasil se concentró en el mismo punto para apoyar las acciones de la Policía Federal en el marco de la Operación Lava Jato y defender la prisión de Lula.

No se registró entonces ningún incidente, ni episodios como los vividos este sábado.

Tras el enfrentamiento verbal entre los bandos, los militantes de izquierda siguieron a los contrarios a Lula, ataviados con camisetas con los colores de la bandera de Brasil, hasta que estos abandonaron el lugar.

Acto seguido, los manifestantes a favor del antiguo dirigente sindical hicieron un cordón humano en la puerta de entrada de la Superintendencia de la Policía Federal para defender a su líder.

“Lo que no puede pasar es que cuando hay millones de procesos (contra políticos por corrupción) para ser juzgados, pasaron todos por encima y en seis meses juzgaron todo el proceso de Lula. Y de los otros bandidos, nada. Es una persecución política”, dijo acaloradamente Nelson Silva de Souza, director de la Fuerza Sindical de Paraná.

“Vamos a quedarnos aquí 24 horas. Vamos a hacer vigilia 24 horas, de corazón, sea solo o con la familia”, añadió.

El incidente evidencia la tremenda polarización que existe en el país en torno a la figura de Lula, que en la víspera rechazó entregarse de manera voluntaria a las autoridades, tal y como recomendó el juez federal Sergio Moro en el auto de la orden de prisión, y decidió atrincherarse en el sindicato paulista.

Moro, encargado en primera instancia de las investigaciones del caso Petrobras, por el que fue condenado Lula, sentenció a Lula en julio de 2017 a 9 años y 6 meses de prisión al dar por comprobado que obtuvo un apartamento en la playa a cambio de beneficiar a la constructora OAS con contratos de la petrolera estatal.

La condena fue aumentada en enero pasado a 12 años y 1 meses por un tribunal de segunda instancia, que además determinó su ingreso en prisión una vez agotados los recursos en esa corte.

Redacción

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