POR ALBERTO QUEZADA
El acto escenificado hace unos días por el diputado Pedro Botello y un grupo de manifestantes en los frentes del Congreso Nacional exigiendo la devolución del 30 por ciento de las Aseguradoras de Fondos de Pensiones (AFP), sin dudas, es una acción bochornosa.
Ahora bien, de ahí a que una corriente de opinión pública pretenda desconocer el derecho que tienen los trabajadores que cotizan en la Seguridad Social a reclamar una parte de lo que es suyo, lo que han acumulado por muchos años, es una barbaridad inaceptable.
Las aseguradoras de los Fondos de Pensiones en medio de todas estas demandas y reclamamos no pueden cerrarse a banda a toda posibilidad de buscar los mecanismos que conduzcan a un entendimiento con los propietarios de ese multimillonario capital.
Ellos deben entender, repito, que ese dinero no es de ellas, que comprendan que son simples administradores y que esa condición no le debe llevar a mantener una posición tan cerrada y distante con los sectores reclamantes.
La posición y discurso de ellos desde que se inició esa lucha, ya hace más de 10 meses, ha sido de intimidación y chantaje a través de notas de prensa y algunos comentarios y declaraciones de algunos líderes de opinión pública. Sabrá Dios porqué.
En un momento como el que vive el país por el COVID-19, en donde cientos de miles de dominicanos y dominicanas han quedado sin medios de producción formales, no es prudente mantener una posición tan cerrada.
Lo sensato y prudente sería que los representantes de las Aseguradoras de los Fondos de Pensiones (AFP) abandonen esa posición de resistencia y terquedad y entiendan el contexto actual del reclamo.
Que se motorice un dialogo que permita viabilizar un espacio de comunicación franco y abierto con los representes de ese reclamo, las AFP, Congreso y Gobierno Central, a los fines de procurar una salida ganar ganar, antes de que se produzca una situación inmanejable.
Que se entienda que la crisis sanitaria, económica y social presionan, y los que más tienen que perder ante una eventual situación inmanejable son justamente los que se oponen al dialogo para procurar una salida satisfactoria a esta confrontación peligrosa. No jueguen candela.
El autor es periodista y magíster en derecho y relaciones internacionales. Reside en Santo Domingo. Quezada.alberto218@gmail.com
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