Eva Longoria como esposa: una mezcla de tradición y feminismo

Tras contraer matrimonio con el empresario mexicano Pepe Bastón el pasado mayo, Eva Longoria -que ya había estado casada en dos ocasiones- quiso incorporar a su nombre el apellido de su flamante marido en un gesto simbólico que demostraba su convicción de que a la tercera iba la vencida y de que por fin había encontrado al hombre de su vida. Y el tiempo no ha hecho más que darle la razón a la actriz, que ahora no podría sentirse más orgullosa de ser la señora Bastón.

«¡Me encanta!», asegura la intérprete en una entrevista a Extra TV en la que no escatima en halagos hacia su marido. «Él es maravilloso, ahora mismo es lo mejor de mí, lo cual es mucho decir porque yo ya soy bastante increíble por mí misma», bromeó.

Si por algo se siente agradecida la intérprete es de haber encontrado a un hombre capaz de «llevar los pantalones» cuando la ocasión lo requiere, pero que al mismo la respalda en todas sus decisiones sin sentirse amenazado por su éxito profesional.

«Es increíble, cariñoso y muy dulce. Yo soy muy tradicional, me encanta encerrarme en la cocina y cocinar, y asegurarme de que la cena está lista, así soy yo. Sé que no es algo para todo el mundo, y soy feminista, claro, así que creo que he encontrado el equilibrio perfecto en mi vida porque él me apoya en todo lo relativo a mi carrera y mis ambiciones. Es una de las personas que mejor lo comprende».

Eva acaba de retomar sus compromisos tanto profesionales como humanitarios a través de su fundación solidaria tras acusar gravemente la derrota de la candidata demócrata Hillary Clinton en las elecciones estadounidenses, que la dejó «dos días sin poder salir de la cama».

Pese a su decepción a nivel personal, la protagonista de la famosa serie ‘Mujeres Desesperadas’ aún tiene fe en que el presidente electo, Donald Trump, modere el discurso radical que empleó durante su campaña electoral acerca de los inmigrantes y comunidades como la latina y la musulmana.

«Yo le conocía antes de todo esto y recuerdo que en una ocasión le invité a un evento en Nueva York relacionado con un documental sobre niños y granjeros. No pudo asistir, pero me envió una nota escrita de su puño y letra que decía: ‘Lamento mucho no poder estar allí, pero espero que esto ayude’. Y era un cheque con una donación para esta organización latina y para granjeros latinos. Ese es el Donald que conocí y el que recuerdo. Creo que durante las elecciones la gente dice muchas cosas para resultar elegida, pero espero que el Donald que ocupe la Casa Blanca sea el que yo conocí hace diez años, el que dio un cheque a una organización latina».