Estas son algunas de las cosas desagradables que viven en el dinero en efectivo

Poco a poco, las aplicaciones móviles están haciendo que utilicemos el dinero en efectivo cada vez menos. Un reporte del 2014, descubrió que en E.U.A. aproximadamente el 80% de las personas entrevistadas cargaban con menos de $50 dólares en sus carteras en todo momento y cerca del 9% no llevan efectivo.

Y probablemente esa tendencia haya aumentado desde que el reporte fue publicado – una encuesta separada de Gallup descubrió que los estadounidenses usan efectivo menos frecuentemente que hace cinco años, concluyendo: “La próxima generación de consumidores posiblemente llevará a cabo menos transacciones en efectivo.”

Esto, al menos desde un punto de vista de salud, es algo bueno. Ya que un nuevo reporte en Scientific American mostró lo sucio que está el dinero en efectivo. El dinero tangible es una auténtica placa de Petri, colmada de cosas que en verdad no quieres en tus manos.

Con el tiempo, distintos estudios han encontrado amenazadas como E.coli, el virus de la gripa y varios tipos de hongos, difteria, ántrax, cocaína y heroína. Incluso se han encontrado rastros de ADN de varios animales incluyendo perros, caballos y extrañamente rinoceronte blanco. Según una estimación, al menos el 94% de los billetes de un dólar de E.U.A. son huéspedes de algún tipo de bacteria.

“No hay una investigación definitiva que conecte suficientes puntos para probar que la suciedad en el dinero puede hacer enfermar a la gente, pero si tenemos fuerte evidencia circunstancial: la influenza, el norovirus, rinovirus y otros han mostrado ser transmitidos vía contacto mano a mano o superficie a mano en estudios previos, lo que sugiere que los patógenos podrían viajar fácilmente en una ruta mano-dinero-mano.”

Lo que es aun peor, es el hecho que no solemos pensar en el dinero en efectivo como algo que transfiere gérmenes. Si le das la mano a un extraño o tocas las superficies del transporte público probablemente querrás lavarte las manos antes de colocarlas en algo que irá a tu boca; pero normalmente eso no sucede después de manipular un billete o moneda.

Si esto no te hace sentir un poco quisquilloso, considera que el contenido de tu cartera probablemente ha tocado cientos de manos – y es muy probable que alguna de esas manos contuviera algo desagradable.

Un billete suele estar en circulación entre cuatro y 15 años, mientras que el tiempo de vida de una moneda es de aproximadamente medio siglo. Eso es mucho tiempo para acumular cosas asquerosas en su superficie.

La moraleja de ésta historia es la misma que en muchas otras: básicamente todo lo que tocas es desagradable, así que por favor, lava tus manos.

Redacción

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