Dmitry Utkin, el otro líder del Grupo Wagner

La vida de Dmitry Utkin está entregada a la guerra. Prefirió el fuego de los combates a la calidez de un matrimonio. “Es por naturaleza un guerrero y un oficial militar”, lo definió su exesposa, Elena Shcherbinina. La mujer habló con el medio ruso Gazeta luego de haber pedido noticias sobre Utkin al programa televisivo Espérame: nada sabía de él desde los 2000, cuando eligió quedarse al mando de una unidad militar en la frontera con Estonia y no volvió a reparar en ella.

Considerado solo un paramilitar por algunos rusos y galardonado con honores patrióticos por el gobierno ruso, es co fundador del Grupo Wagner (GW) junto con su camarada más conocido, Yevgeny Prigozhin, apodado “el cocinero de Vladimir Putin”. Utkin fue quien lideró el avance de al menos 5.000 soldados hacia Moscú durante la rebelión contra el Ministerio de Defensa ruso el 23 de junio de 2023. El eterno mercenario de 53 años solo fue detenido tras el acuerdo de paz con las autoridades rusas, que exilió a Prigozhin en Bielorrusia. Se desconoce si lo seguirá.

Utkin se ha destacado por permanecer en constante estado bélico. Apenas se le conoce una serie de tatuajes alusivos a la Alemania nazi. Su trayectoria está marcada por acciones para el Kremlin, como la anexión de Crimea, región ucraniana, a Rusia en 2014. Antes de eso, en 2013, también participó en la guerra civil en Siria a favor del régimen de Bashar al-Assad.

De Chechenia a Rusia y de vuelta

Utkin, mejor conocido como Wagner en las filas de mercenarios y paramilitares rusos, nació el 11 de junio de 1970 en Aabetz. Comenzó su carrera en el ejército y llegó a convertirse en oficial de las Fuerzas Especiales del GRU, el servicio de inteligencia militar de Rusia, donde adquirió experiencia en operaciones especiales y combate. Durante su tiempo en el ejército participó en varias misiones y recibió varios galardones por valentía y habilidades tácticas.

Aunque se desconocen precisiones de fechas, se sabe que participó de forma activa en ambas guerras chechenas, finalizadas el 7 de agosto de 1999 y el 16 de abril de 2009, respectivamente, según Nius Diario. Ambos conflictos se desarrollaron con campañas militares rusas caracterizadas por la brutalidad extrema y diversas violaciones de los derechos humanos, incluyendo asesinatos extrajudiciales, torturas y desplazamientos forzados de la población civil. La derrota de los separatistas chechenos en el segundo enfrentamiento permitió que Rusia retomara el control.

Luego de unos años de servicio en las Fuerzas Especiales, en 2013 Utkin dejó las filas para trabajar en una supuesta empresa de seguridad privada. El siguiente conflicto que habría de conformar su perfil de veterano de guerra fue la guerra civil siria. Con la compañía peleó para que el régimen de Bashar al-Assad perpetuara su dominio y manejara los gasoductos.

El negocio de los grupos mercenarios pareció lucrativo a ojos del entonces teniente coronel tras experimentar los beneficios en la guerra siria. Fue un año después del final de estas incursiones militares que Wagner decidió fundar su propia empresa y la nombró con su apodo, en honor a Richard Wagner, uno de los músicos favoritos de Adolf Hitler durante el Tercer Reich. Es en este punto que la afinidad de Utkin con la imaginería nazi se hizo latente. El hombre de cuello robusto y pecho amplio se hizo tatuar el signo de la Schutzstaffel, las SS.

El Grupo Wagner tuvo su bautismo de fuego en Ucrania, cuando Crimea fue anexada a Rusia. Desde 2014, la fuerza de mercenarios ha estado presente en esta zona brindando apoyo a los prorrusos en su lucha contra el gobierno de Volodimir Zelenski. Aunque estos paramilitares negaban cualquier relación con las autoridades rusas, su participación en este conflicto ha generado controversia y también ha sido objeto de acusaciones de violaciones de derechos humanos y crímenes de guerra. Pese al intento de rebelión frustrado y la decisión de desarmar al grupo anunciada por el Ministerio de Defensa de Moscú, el GW aún desempeña operaciones en suelo ucraniano, según fuentes de inteligencia de los Estados Unidos.

En 2019, el Grupo Wagner también estuvo involucrado en el conflicto en Libia, brindando apoyo a las fuerzas del general Khalifa Haftar, quien luchaba contra el gobierno respaldado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Esta participación volvió a ser objeto de críticas y aumentó las tensiones en la región. Además, Utkin ha comandado operaciones en República Centroafricana durante este periodo, según una investigación de BBC Mundo.

El actual mando del Grupo Wagner

La extensa carrera militar de Utkin lo hizo merecedor de cuatro órdenes de coraje, por las cuales en 2016 apareció en una fotografía junto a Putin. Desde que Rusia ha tenido derrotas significativas en la invasión a Ucrania, que se inició el 24 de febrero de 2022, el Grupo Wagner ha tenido presencia en aquel país para tratar de evitar la debacle.

Participó activamente de la toma de Bakhmut, en medio de una creciente polémica por el presunto boicot interno del jefe del Ejército Serguei Shoigu contra el grupo paramilitar. Yevgeny Prigozhin, cabeza visible de sus operaciones en el lugar, lo acusó de negarle la provisión de armamento suficiente para llevar adelante la batalla.

Prigozhin ha informado ante los medios de comunicación que sus fuerzas llegaron a ser de 50.000 combatientes en la actual guerra. También reclutó nuevos miembros incluso en prisiones, por medio de contratos provisionales.

Luego de los acontecimientos sucedidos en Ucrania, la organización del Grupo Wagner ha tenido cambios en las líneas de mando. Utkin es descrito como la mano derecha de Prigozhin y está a cargo de las actividades del GW en África y Siria, mientras que “El cocinero de Putin” se involucra en las actividades en el Donbás.

Según la entrevista de DW con un veterano del grupo de mercenarios, el objetivo de ese hombre en la región es conquistar el complejo industrial y convertirse en el “rey del Donbás”. Tras la fallida sublevación, esa posibilidad parece más lejana, ya que parte del acuerdo para no ser juzgado y condenado en Rusia fue que se exiliara en Minsk, bajo la custodia del dictador bielorruso Aleksander Lukashenko.

En Rusia, mientras tanto, no son pocas las voces que se preguntan cómo Prigozhin logró negociar su libertad tras un desafío tan grande contra Putin, minando su autoridad como no había sucedido desde que llegó al poder. Los más convencidos piden medidas radicales, como Andrei Gurulev, un general retirado y actual legislador que dijo que el mercenario y su mano derecha Dmitry Utkin merecen “una bala en la cabeza”.

El Motín

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