RedacciónErróneamente para la familia y a veces para el personal de salud cuando la fiebre producida por el dengue desaparece, entienden que el virus ha cedido, pero es el momento justo para ponerle más atención porque entra en un momento crítico.
Cuando la fiebre baja la familia piensa que el enfermo ha mejorado, pero en esta etapa se precisa el seguimiento apropiado; bien estricto de 24 a 48 horas, el cual no puede abandonarse hasta que se esté seguro de que no van aparecer síntomas de alarmas.
Aunque la gente tenga signos que puedan manejarse en la casa, lo primero que debe hacerse es emplear una hidratación oral. Además, debe tenerse en cuenta que el acetaminofen es el antipirético recomendable, ya que los demás pueden inducir a sangrado.
También la clase médica podría considerar que en un país donde estamos todo el tiempo con dengue y especialmente en esta época, por ejemplo, debe evitarse el uso de medicamentos como la dipirona, que se utiliza en las emergencias para bajar la temperatura de manera brusca.
Con relación al laboratorio, los anticuerpos para la infección de dengue no cambian tan rápido, hay que esperar por lo menos cinco días de iniciada la fiebre para demostrar que la infección es reciente. Hay pruebas que podrían indicar cuándo una persona está expuesta al dengue, pero no es que esté presente en el momento.
Lo anterior fue explicado por la doctora Raquel Pimentel, directora de Epidemiología de Salud Pública, quien aclaró que se debe esperar esos cinco días para saber si se padece la enfermedad, pues el diagnóstico es eminentemente clínico, por lo que no se puede esperar que pase ese tiempo para que se muevan los anticuerpos.
Pimentel señala que Salud Pública trabaja, desde hace más de 10 años, el protocolo de manejo del dengue, “pero desafortunadamente, como pasa en otros aspectos de la vida, los dominicanos no somos muy dados a apegarnos a recomendaciones de manera estricta. Yo creo que en esa parte hay un aspecto cultural que también afecta al personal médico”.
El Ministerio de Salud, mediante las direcciones provinciales, y las notificaciones de los centros verifica si se está cumpliendo con el protocolo de manejo.
Muertes prevenibles
La directora de Epidemiología observa que muchas de las personas que fallecen, por lo general han tenido contacto hasta con ocho establecimientos de salud; pero, “con un diagnóstico errado; si no estamos pensando en dengue, en tiempo del dengue, vamos a tener muchas pérdidas de oportunidad para manejarlo en personas que se puedan salvar”, puntualiza.
Entre las recomendaciones de la funcionaria de salud, están: hacer uso responsable de la eliminación de los desechos artificiales, como botellas, vasos y platos plásticas utilizados en las calles; tapar el agua que almacenamos en la casa y clorificarla para evitar el crecimiento de las larvas.
Rememora que no todo los años son epidémicos y normalmente estos se producen cada tres años, “el último fue en el 2013, año de mayor índice de contagios. En este momento estamos observando un aumento desde la semana 28 en que ha ido creciendo sostenidamente. Estamos inmersos en poder comunicar al personal de salud cuáles son las medidas que deben adoptarse para evitar la mortalidad”.
¿Epidemia?
“Todavía no estamos en un momento de epidemia, debido a que los parámetros que miden estos niveles no muestran esa tendencia. Las provincias que más casos han reportado son: Santo Domingo, Monseñor Nouel, La Vega, Sánchez Ramírez y San Cristóbal.
“Las cifras siguen aumentando, aunque hay que reconocer que en la última década han ido mejorando los criterios de evaluación; pero los errores están en que si una persona presenta fiebre, dolor muscular, en las articulaciones, de cabeza, generalmente alrededor de los ojos, debemos pensar en el dengue y el manejo fundamental no es tratamiento específico, sino su seguimiento día a día”, concluye la especialista.
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