La dupla prometió una pelea trepidante y justo eso le dieron a la fanaticada. Julio César Chávez salió en su noche y mostró lo grandes que podía ser. Edwin Rosario, el ‘Chapo’, intentó, pero no pudo ante los recursos de su rival. Y esa noche fue la primera que el sonorense avecindado en Sinaloa utilizó la banda roja en la cabeza, para contrarrestar el embrujo que la gente del boricua había puesto sobre él.
Chávez, entonces campeón súper pluma del Consejo Mundial de Boxeo, ya había comprobado su talento ante rivales de la talla de Mario Martínez, con quien se coronó, Rubén Castillo, Roger Mayweather y Juan Laporte, por comentar algunos. Pero el campeón era el ‘Chapo’ Rosario, un sólido boxeador que se había coronado en su tercer intento.
La gente tenía su favorito. La pelea se realizó en el Hilton de Las Vegas un 21 de noviembre de 1987 y el ambiente, como en la mayoría de las peleas de ambos, era sensacional. La única duda que había era cómo estaría Chávez ante un peso Ligero natural, pues condiciones se sabía de sobra que Julio las tenía.
Mucho se había hablado de la pelea, Rosario amenazó con noquear a Julio César pero en el ring sucedió todo lo contrario. Aunque tuvo sus momentos, el de Toa Baja, siempre se mantuvo contra las cuerdas por la presión del mexicano y recibió decenas de ganchos al hígado como si fueran cuchilladas de un embravecido gladiador.
La pelea se mantuvo pareja los primeros cuatro rounds, Rosario por momentos contragolpeó fuerte ni él ni su esquina se esperaron la bestial presión de Chávez, quien fue machacando primero abajo y luego arriba para dejarlo sin oportunidad alguna. Conforma avanzó la pelea más creció el dominio de JC y también las señales de castigo en el rostro del boricua.
La pelea terminó gracias a que la esquina de Edwin aventó la toalla y el réferi Richard Steele detuvo la pelea a los 2:38 minutos del undécimo episodio para decretar a Chávez como bicampeón mundial en ruta hacia una unificatoria con su amigo y compadre José Luis Ramírez, entonces monarca del Consejo Mundial de Boxeo.
El resto, en el caso de Chávez, es historia. Invadió pronto los súper ligeros hasta convertirse en el mejor de esa división por años y años, mientras que Rosario falleció 10 años después, en diciembre de 1997, con apenas 34 años. Hoy los dos están en el Salón de la Fama del Boxeo Internacional en Canastota, Nueva York.
La banda roja, que por cierto acabó con el supuesto hechizo, se la quedó Chávez por el resto de sus días como boxeador, y hasta la fecha, muchos peleadores mexicanos la siguen utilizando, algunos como homenaje y signo de admiración, otros para seguir quitándose esos embrujos.
Salvador Rodríguez
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