El MotínLa metida de pata de los alcaldes del Partido Revolucionario Moderno (PRM), cancelando empleados tan pronto fueron juramentados, ha sido aprovechada por sus contrarios para desatar una campaña que se ha vuelto viral en las redes sociales.
Las drásticas medidas de los nuevos alcaldes del PRM en Cotuí, Nagua y Puerto Plata, ha sido utilizada por sectores políticos para sembrar la percepción de que si Luis Abinader gana las elecciones presidenciales próximas habrá una aplanadora con el despido de miles de empleados en la administración pública.
El efecto de la campaña se ha sentido en vista del confinamiento que mantiene la población como consecuencia de la pandemia del coronavirus o Covid 19.
En un país donde la mayoría de la población cuenta con teléfonos móviles y televisores la recepción y reenvío de los videos, en los que se ve al alcalde de Cotuí, Bienvenido Lázala anunciar la cancelación de empleados y del dirigente perremeista Ronald Guillén burlándose del alcalde de Puerto Plata, Walter Musa, quien le entregó su jipeta oficial, la campaña pudiera afectar la imagen de este partido puntero en las encuestas.
La presidencia del PRM reaccionó a la andanada pidiendo un proceso disciplinario para expulsar a su dirigente en Puerto Plata, Ronald Guillén, como una forma de condena su proceder.
El alcalde de Cotuí también buscó poner fin a la campaña en su contra con el argumento de que cuando habló de cancelaciones se refirió a los empleados que cobran sin trabajar, llamados “botellas”, y no a los que cumplen una función real.
El PRM ha tratado de manejarse con tacto para evitar que un desliz provoque su retroceso en las preferencias del electorado y frustre sus aspiraciones de ganar las elecciones presidenciales y congresuales.
Dentro de este partido sonaron las alarmas al inicio de la cuarentena nacional por el Covid 19, cuando se difundieron imágenes de su candidato presidencial Luis Abinader refugiado en su casa, mientras el candidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Gonzalo Castillo estaba tirado la calle al medio.
Semanas después circulaban mediciones de preferencias que hablaban de un retroceso de diez puntos de Abinader y que Gonzalo Castillo aumentaba su popularidad.
El PRM buscó contrarrestar el activismo de Gonzalo Castillo rompiendo la inactividad de Abinader, lanzándolo a las calles, e incluso instalaron un hospital al vapor en San Francisco de Macorís, la zona más golpeada por la pandemia, que permanece sin operar por el Ministerio de Salud Pública.
A lo interno del PRM también hay preocupación por la extensión del estado de emergencia dispuesto por el gobierno, lo cual entienden es una táctica dilatoria para ganar tiempo y fortalecer las posibilidades electorales del candidato presidencial del PLD.
Lo cierto es que el ambiente de triunfalismo que envolvía buena parte de la dirección del PRM, con los resultados favorables de las elecciones municipales, ha ido decayendo al tomar conciencia de que las preferencias electorales en la República Dominicana están sujetas a eventualidades y que el menor factor podría variar cualquier pronóstico de aquí a la consultar electoral del 5 de julio venidero.
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