Abril RD: se ejecutan sentencias duartianas

Por Juan López

En este abril dominicano, es pertinente reflexionar sobre la acuciosa percepción del gran Miguel de Cervantes, cuando escribió:  “La historia es émula del tiempo, depósito de las acciones, testigo de lo pasado, ejemplo y aviso de lo presente, advertencia de lo por venir.”

El preclaro pensamiento del Padre de la Patria, cual sentencias indelebles y guías del accionar patriótico del pueblo dominicano, se inscribe apropiadamente en la arriba citada reflexión de Cervantes, cuando el prócer General Juan Pablo Duarte advirtió que:

“Nuestra Patria ha de ser libre e independiente de toda potencia extranjera o se hunde la isla”.

     “La Nación dominicana es libre e independiente y no es ni puede ser jamás parte integrante de ninguna otra potencia, ni el patrimonio de familia ni persona alguna propia ni mucho menos extraña.”

      La historia RD registra múltiples epopeyas que llenaron de glorias al pueblo luchando, como ningún  otro pueblo, contra diversas potencias.

     Ahí están las épicas batallas contra ejércitos españoles, franceses, norteamericanos y las 9 sangrientas guerras que se libraron contra los haitianos para lograr la anhelada independencia y, posteriormente,  restaurar la soberanía nacional en base a férreas luchas que produjeron  sacrificios, exilios, dolor y muertes dominicanas.

    Tres inolvidables proezas, en fiel cumplimiento  del mandato duartiano, se materializan en gestas patrióticas del abril dominicano:

1.- Para  reponer la Constitución del 1963 y al gobierno legítimo y democrático del Prof. Juan Bosch,  derrocado por un nefasto golpe de Estado, el pueblo se levantó en armas, el 24 de abril de 1965.

2.- Contra los 42 mil marines yanquis que desembarcaron, el 28 de abril de 1965,    la lucha popular por la vuelta a la constitucionalidad se convirtió en una auténtica Guerra Patria, en aras de defender el principio de autodeterminación de los pueblos y preservar la independencia y soberanía nacional.

3.- También, ante los abusivos aumentos de precios de los principales productos de la canasta familiar que generó el acuerdo que firmó el Presidente Jorge Blanco con el FMI, el pueblo produjo una espontánea reacción, los días 23, 24 y 25 de abril de 1984, y con diferentes acciones se enfrentó al gobierno, lo cual dejó miles de presos,  heridos y muertos.

         Esa “Poblada de Abril”, que estremeció al gobierno perredeista, fue otra tangible manifestación de lo arraigado que está el pensamiento duartiano en la conciencia del pueblo dominicano.

       Ese indomable e incansable batallar de los dominicanos está escrito con sangre y lágrimas que Emilio Prud’Homme y José Reyes convirtieron en canto a la Patria en estas hermosas estrofas de nuestro glorioso Himno Nacional:

¡Salve! el pueblo que, intrépido y fuerte,

A la guerra a morir se lanzó,

Cuando en bélico reto de muerte

Sus cadenas de esclavo rompió.

 Ningún pueblo ser libre merece

Si es esclavo indolente y servil;

Si en su pecho la llama no crece

Que templó el heroísmo viril,

 Mas Quisqueya la indómita y brava

Siempre altiva la frente alzará;

Que si fuere mil veces esclava

Otras tantas ser libre sabrá.

Los dominicanos valoramos como válidas enseñanzas el lúcido pensamiento duartiano,  los imperecederos ejemplos de nuestros insignes héroes y mártires de valiosas hazañas que, en este 56 aniversario de la “Guerra Patria de Abril de 1965” consideramos pertinente reflexionar para mantener presente y en permanente alerta las libertadoras y siempre vigentes sentencias duartianas.

El Motín

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