Lectura pariótica del 28 de abril

Por Juan López

El pasado 28 de abril conmemoramos el 58 aniversario de la segunda intervención militar de los EE.UU. en nuestro país, en el siglo XX,  con la presencia de unos 42 mil marines. Para esa segunda violación de nuestra soberanía nacional usaron el baladí e injustificable pretexto de “salvar vidas y propiedades  norteamericanas” y contribuir con “la paz en la RD”.

Sin embargo, las verdaderas y principales razones para volver  (28 de abril de 1965—21 de septiembre de 1966) a mancillar la dignidad de la RD fueron estas: a) La tradicional defensa de los “intereses geopolíticos” de EE:UU. en América Latina. b) El temor a que en la RD surgiera un régimen político similar al cubano.  c) Impedir la vuelta a la constitucionalidad democrática y legítima del gobierno del Prof. Juan Bosch, que había sido víctima del nefasto golpe de Estado de 1963.

Es válido recordar que la primera intervención militar norteamericana en RD fue con el sambenito  “del incumplimiento en el pago de deudas económicas e inestabilidad política por los enfrentamientos entre diferentes grupos políticos dominicanos”. Esa primera afrenta duró 8 largos años (15 de mayo de 1916—12 de julio de 1924),

En esa ocasión, la retirada del gobierno militar norteamericano ´fue producto de la resistencia, el descontento  y el crecimiento de los movimientos cívicos-patrióticos a través de protestas populares, por lo cual se vieron compelidos a negociar la desocupación y facilitar la realización de elecciones, de la cual surgió el gobierno de Horacio Vásquez.

Para la desocupación de la segunda intervención yanqui,  en RD se volvió a negociar: a) Cesar el funcionamiento de los dos gobiernos en que estaba dividido el país; el de San Isidro encabezado por el general Antonio Imbert Barreras y el constitucionalista que presidía el coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó. b) Un acuerdo para la designación del gobierno provisional del Dr. Héctor García Godoy con la tarea  c) de realizar nuevas elecciones, el 1ro. de julio de 1966,  de la cual surgió el gobierno del Dr. Joaquín Balaguer por 12 años (agosto 1966—agosto 1978).

La segunda ocupación de EE.UU. el 28 de abril de 1965,  para frustrar los objetivos políticos y sociales  de la guerra civil  de abril, convirtieron la lucha popular por la vuelta a la constitucionalidad y al  gobierno del Presidente Bosch, en una auténtica Guerra Patria, en aras de defender el principio de autodeterminación y libre albedrío de los pueblos y la preservación de la independencia y soberanía nacional.

A esos dos agravios norteamericanos a la RD; consideramos pertinente rememorar las épicas batallas que se han librado en nuestro territorio contra ejércitos españoles, franceses  y las 9 sangrientas guerras contra las huestes haitianas para lograr la anhelada independencia y, posteriormente,   restaurar  la independencia contra la oprobiosa anexión a España (en 1861), todo lo cual ha sido en base a férreas luchas patrióticas que produjeron  sacrificios, exilios, dolor y muertes dominicanas.

Como evidencian estos inequívocos acontecimientos históricos, el pueblo dominicano asume con orgullo el preclaro pensamiento del Padre de la Patria, General Juan Pablo Duarte, cual sentencias indelebles y guías para el accionar patriótico,  levantando, en las ocasiones que ha sido necesario,  su sublime mandato:

“Nuestra Patria ha de ser libre e independiente de toda potencia extranjera o se hunde la isla”. “La Nación dominicana es libre e independiente y no es ni puede ser jamás parte integrante de ninguna otra potencia, ni el patrimonio de familia ni persona alguna propia ni mucho menos extraña.”

Con esta reflexión, propicia en la conmemoración del 58 aniversario de la segunda ocupación militar de EE.UU. en RD, reiteramos la pertinencia y contundencia patriótica del mandato duartiano, y exhortamos abrevar en esos históricos acontecimientos para valorar la estabilidad política, paz social, libertades y el estado social democrático de derecho que disfrutamos para fortalecer los sentimientos patrióticos de las presentes y futuras generaciones para proclamar ¡Un nunca jamás a las ocupaciones extranjeras  en la RD!

Ese indomable e incansable batallar de los dominicanos fue correctamente plasmado por Emilio Prud’Homme en esta hermosa estrofa de nuestro glorioso Himno Nacional:

“Mas Quisqueya la indómita y brava

Siempre altiva la frente alzará;

Que si fuere mil veces esclava

Otras tantas ser libre sabrá.”

El Motín

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