Wisconsin va por el desquite

Por Carlos Nava

INDIANÁPOLIS — La Universidad de Wisconsin tendrá la oportunidad de vengar una de sólo tres derrotas que sufrió esta temporada, el lunes por la noche en el juego de campeonato nacional colegial del basquetbol varonil.

Wisconsin enfrentará a la Universidad de Duke, que los venció a domicilio el pasado 3 de diciembre 80-70.

El entrenador de Wisconsin, Bo Ryan, reconoció que si pretenden salir adelante tendrán que jugar mucho mejor defensiva que en el primer enfrentamiento contra Duke.

Aquella vez, los Badgers aceptaron 80 puntos y permitieron 65 por ciento de efectividad en los tiros de campo de Duke; ambas las dos peores cifras en dos temporadas para el equipo de Ryan.

«Esta vez intentaremos que todo sea diferente», dijo Ryan. «Contra un equipo como Duke es imposible pensar que vas a ganar si no incomodas sus disparos. Tienes que jugar los 40 minutos concentrado».

Wisconsin avanzó a su primer partido de campeonato nacional desde 1941 con base en un desempeño consistente durante todo el partido. Pero en especial en los últimos cinco minutos finales.

Anotaron 14 puntos comparados con sólo cuatro de Kentucky; atinaron 3 de sus cinco últimos disparos al aro y siete de nueve tiros libres, sin perder un solo balón.

«Estoy orgulloso de la manera en que mis muchachos respondieron en los momentos en que las cosas se ponían más difíciles», dijo el entrenador Ryan. «Así ha sido toda la temporada. El carácter y la disciplina han sido nuestros aliados, en especial de nuestros veteranos que han transmitido eso a los más jóvenes».

Uno de los veteranos que impuso condiciones fue Frank Kaminsky, considerado por muchos el mejor jugador del basquetbol colegial.

Kaminsky nunca paró de competir; fue consistente durante todo el partido. En la primera mitad, anotó nueve puntos y logró cinco rebotes; en la segunda parte otras 11 unidades y seis tableros más.

«Todo el partido fuimos agresivos y eso se tiene que repetir este lunes contra Duke», dijo Kaminsky. «Tendremos que batallar y sudar contra ellos, mucho mejor de lo que hicimos la vez anterior, cuando jugamos uno de nuestros peores partidos de la temporada».

Wisconsin completo sabe que de nueva cuenta el favorito será Duke, como les sucedió en su enfrentamiento con Kentucky.

La ley de probabilidades tampoco favorece a Wisconsin. En trece enfrentamientos anteriores en una final nacional con equipos que ya se vieron en temporada regular, ocho veces repitió el ganador.

Kaminsky aseguró que eso les motivaba aún más y que sólo están concentrados en hacer su trabajo sobre la duela este domingo.

«Ese partido marcó mucho del resto de nuestra temporada, aprendimos varias lecciones y quizá nos hizo mejores y por eso estamos aquí», señaló Kaminsky, quien está en su última temporada de elegibilidad colegial. «Ese era el objetivo para el que varios de nosotros regresamos a jugar una temporada más en este programa».

Wisconsin ya logró la primera de dos revanchas posibles cuando llegaron al Final Four, tras vencer a Kentucky, el mismo equipo que los eliminó en las semifinales del año pasado.

Ahora sólo falta Duke para ceñirse su primera corona nacional en 74 años, el máximo periodo sin títulos entre todas las universidades que alguna vez ya fueron al menos dos veces campeones.

«Ya no importa el pasado», dijo Sam Dekker. «Ahora tampoco importa a quién tenemos enfrente. Sólo sabemos que tenemos la oportunidad de jugar por el campeonato. Estoy orgulloso de estos muchachos que supieron dar el paso al frente y lograr las metas que nos trazamos desde el principio de la temporada».

Igual que Duke, los Badgers comenzaron su preparación para el partido el domingo por la tarde y el lunes disputarán la final en el Lucas Oil Stadium.