RedacciónVivimos en una sociedad donde el aspecto físico adquiere mucha importancia, a casi todos nos gusta sentirnos a gusto con nuestra imagen y así tener una mayor confianza ante la sociedad.
La caída del cabello es uno de los principales traumas a los que muchos se enfrentan. Muchos hombres y también mujeres se sienten inseguros por tener una escasa densidad de pelo.
En los últimos años está surgiendo con fuerza un fenómeno que llama la atención de muchos, lo que comumente se denomina como ‘turismo de cirugía’.
Turquía se ha convertido en el lugar de peregrinación al que muchos españoles viajan para someterse a intervenciones referidas al cabello.
El país cuenta con un buen número de clínicas expertas en este campo y que practican las intervenciones por un coste mucho menor que en España. Un injerto en nuestras fronteras podría llegar a costar unos 10.000 euros, un precio mucho más elevado a los 2.000 euros que cuesta en Turquía.
La industria de los productos capilares anticaída factura más de 1.000 millones de euros al año en España, la misma cifra que factura Turquía por el turismo capilar que desarrollan en sus tierras.
España cuenta con más de seis millones de personas con calvicie, una cifra que sirve de motor a la creación de empleo en el sector que procura poner remedio a la falta de pelo.
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