Pensaba que tenía migrañas y descubrieron un parásito en su cerebro

Luis Ortiz, un estudiante californiano de 26 años, aseguró que estaba teniendo el peor de dolor de cabeza de su vida.Tras comentárselo a su familia, acudió al médico y fue intervenido de emergencia después de que los doctores descubrieran que había un parásito —una tenia— viviendo en su cerebro.
Tras pasar un mes de intenso dolor, Ortiz comenzó a vomitar y a sentirse desorientado. Su madre lo llevó de emergencia al hospital donde su condición empeoró y eventualmente quedó inconsciente, según informó la BBC.
Tras ver las consecuencias de su dolor, los doctores de Centro Médico Queen of the Valley le practicaron diversos exámenes cerebrales que finalmente revelaron que una larva de la tenia se había metido dentro de su cerebro formando un quiste que bloqueaba la circulación de agua «como un corcho en una botella», tal y como explicó su neurocirujano, el Dr. Soren Singel.
Otros 30 minutos de bloqueo, y «habría muerto», dijo.
La tenia debe provenir de alguna ensalada u otro alimento sin lavar, que estaba contaminado por huevos del parásitoAl parecer, que estos gusanos se instalen en el cuerpo no es algo tan infrecuente.
Según los médicos, el caso de Ortiz, debe provenir de haber comido algún tipo de ensalada o alimentos sin lavar y que estaban contaminados por huevos del parásito. Los huevos de la tenia se instalaron en su intestino, mientras que las larvas hicieron lo propio en su cerebro, una condición conocida como cisticercosis, según los Centros para el Control de Enfermedades.
De todos modos, lo más habitual es que la contaminación se produzca por comer carne de cerdo sin tratar. Si la carne de cerdo que está infectada con gusanos, la gente pueda llegar a infectarse.
«Me sorprendió», dijo Ortiz. «Yo no podía creer que algo así iba a pasarme a mí. No sabía que había un parásito en mi cabeza tratando de arruinar mi vida», añadió.
Su médico, el doctor Singel se mostró menos extrañado: «Vemos bastantes pacientes con parásitos viviendo en su interior, especialmente en California, donde los lugareños visitan México, Sudamérica y Centroamérica», dijo.
En algunas de esas zonas, los cerdos y los humanos conviven en zonas próximas, lo que lleva a una mayor posiblidad de contaminación. Además, la carne de países menos desarrollados que EE UU no siempre está sujeta a las mismas inspecciones. Vemos bastantes casos parecidos porque hay mucha gente que viaja a lugares en los que hay menos control.
Sin embargo, los gusanos cerebrales generalmente no matan al paciente. «La mayoría de las veces el parásito muere en el cerebro», afirmó el médico.
La operación ha afectado a la vida que llevaba antes el joven. Tras ella ha tenido que empezar a tomar medicamentos para matar el resto de parásitos que puedan encontrarse en su organismo, pero eso no ha sido lo más grave. Ahora Ortiz tiene problemas de memoria y tiene que acudir a terapia para que todo vuelva a la normalidad. Ha dejado de estudiar, no puede conducir y ha tenido que buscar un hogar temporal para su perro.
A pesar de los cambios en su día a día se muestra «muy agradecido» con los médicos del hospital al que acudió y sobre todo con sus padres. «Tuve mucha suerte», declaró.
El doctor recomienda que las personas cocinen a fondo todos los productos de carne de cerdo y que se aseguren de que han pasado por una inspección adecuada antes de comprarlos. Para los que viajen a otros países, que eviten comer verduras o frutas sin cocinar y que no beban agua del grifo en los lugares donde no se filtre.

 

Redacción

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