Charli Howard tiene 23 años y hace unos días recibió un aviso de su agencia, o adelgazaba, o perdería su trabajo. Pero en vez de obedecer las exigencias de la compañía Wilhelmina London, esta maniquí de origen marroquí decidió subir a su cuenta de Facebook una carta de protesta para denunciar las presiones que estaba sufriendo.
“No puedo cortarme los huesos”. Con esta expresiva frase defiende su cuerpo ante las demandas de su agencia de modelos. Y no, no es que Charli Howard sea una modelo de tallas grandes o pese más de la cuenta: ella viste una talla 34, la mínima exigida para desfilar por pasarelas como la de Madrid o la de París.
“Me siento culpable porque no alcanzo vuestros ridículos e inalcanzables estándares de belleza mientras vosotros os pasáis el día sentados frente a un escritorio, comiendo pasteles y galletas y criticándonos por nuestro aspecto físico”, afirma la modelo en la misiva.
“No voy a permitiros que me dictéis que es lo que está mal con mis looks y que necesito cambiar para convertirme en ‘bella’ (como perder una jodida pulgada de mis caderas), con la esperanza de que me encontréis un trabajo”, razona con virulencia la joven.
“De todas formas, vamos a encarar los hechos: cuando pesaba 46 kilos, no estaba lo suficientemente delgada para vosotros. Cuando iba al gimnasio 5 horas a la semana, vosotros tampoco me encontrabais trabajo”, denuncia Howard.
La carta ha tenido un enorme éxito en Facebook, con miles de personas compartiéndola y apoyando a la modelo en contra de las exigencias de su agencia.
Por su parte, una portavoz de Wilhelmina London ha declarado en el medio británico The Guardian que la denuncia de Charli es tan solo una rabieta porque es incapaz de encontrar trabajo. “Se le olvida mencionar en la carta que ya nos abandonó por otra agencia de modelos y luego volvió porque la otra empresa no le encontraba trabajo”.
Sea como sea, la carta de Charli se ha convertido en viral y demuestra los oscuros y nada saludables entresijos del mundo de la moda. Esperemos que pueda encontrar trabajo… sin necesidad de cortarse los huesos.
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