LAKELAND, Florida — Un primer viaje a la lista de incapacitados en su carrera fue todo lo que necesitó Miguel Cabrera para aprender a ser más cauteloso con las lesiones en el futuro.

Cabrera, el mejor bateador de Grandes Ligas en los últimos tiempos, está entrenando a la par del resto de sus compañeros en Lakeland, Florida, por primera vez en varias primaveras y lo que representa una magnifica noticia para los Tigres de Detroit es al mismo tiempo una escalofriante advertencia para los lanzadores rivales.

Cabrera, el jugador activo con mejor promedio de bateo (.321), viene de ganar su cuarto cetro de bateadores en cinco años, pese a ser limitado a 119 partidos por una lesión en la pantorrilla izquierda que lo mandó a la lista de lesionados por primera vez en su carrera de 13 años en las ligas mayores.

El inicialista venezolano había sido operado en los dos inviernos anteriores, lo que provocó que llegara a los entrenamientos primaverales en medio de procesos de rehabilitación.

«Siendo sincero, hacía tres años que no empezaba con el equipo al ciento por ciento, sin ninguna preocupación de recuperarme de una lesión o un problema en un tobillo, sin ir al cuarto de masaje, hacer terapia temprano y salir al terreno», dijo Cabrera el miércoles a ESPNdeportes.com.

«Ya estoy libre de todo eso y solo tengo que preocuparme de llegar al campo y estar listo para las prácticas, normalmente, como los otros muchachos», agregó.

Cabrera, quien debutó con Miami Marlins en junio del 2003, jugó 1,732 partidos en 11 temporadas — un promedio de casi 158 por año — entre 2004 y 2014. Poco descanso y jugar con dolores, finalmente pasaron factura a un jugador que necesita muchas horas de trabajo en el gimnasio para evitar el sobrepeso.

«No tanto sin descansar, sino jugando con dolencias, jugar con fracturas, con músculos desgarrados. Al final, jugar así no es conveniente porque no podrás recuperarte», dijo. «Lo más recomendable es descansar, tratar de salir del problema que tiene para seguir jugando normal», agregó Cabrera planifica ser más cauteloso y manejar más inteligentemente futuras molestias.

«Eso hay que hablarlo con el manager y el gerente, ver las posibilidades de hacerlo», dijo Cabra acerca de más descansos ocasionales en medio de la temporada. «Tenemos muchas piezas fundamentales en este equipo. Cuando se pueda jugar, hacerlo, pero cuando no se pueda, tener un día de descanso y estar listo para el día siguiente», dijo.

«Cuando uno está [saludable] en el terreno de juego se pueden esperar muchas cosas porque uno puede rendir más, hacer las pequeñas cosas que no hacia antes, no esforzarse tanto para una jugada, no esforzarse tanto para ir a batear, sino creer en las habilidades que uno tiene y creer en todo el trabajo de la temporada muerta y los entrenamientos y estar listo para salir a jugar»

Cabrera, el Jugador Más Valioso de la Liga Americana del 2012 y 2013 y ganador de una triple corona de bateo hace cuatro años, no promete resultados, pero se le ilumina el rostro cuando piensa sobre entrar a la próxima temporada sin las molestias que le afectaron en los últimos tiempos.

«Cuando uno está [saludable] en el terreno de juego se pueden esperar muchas cosas porque uno puede rendir más, hacer las pequeñas cosas que no hacia antes, no esforzarse tanto para una jugada, no esforzarse tanto para ir a batear, sino creer en las habilidades que uno tiene y creer en todo el trabajo de la temporada muerta y los entrenamientos y estar listo para salir a jugar», dijo Cabrera, quien tiene 408 jonrones, 492 dobles y 1,445 carreras impulsadas en su carrera.

Por otro lado, el 2016 será importante en la carrera de Cabrera por ser la primera temporada de la extensión de $240 millones de dólares por ocho años que firmó durante la primavera del 2014 y la primera en cinco años que Detroit llega a la primavera sin estar defendiendo un título divisional.

Los Tigres quedaron en el sótano en 2015, después de alcanzar la postemporada por cuatro años seguidos por primera vez en su historia de 116 años. Los Kansas City Royals aprovecharon la estrepitosa caída de Detroit para ganar su primer banderín divisional desde 1985 y posteriormente la segunda Serie Mundial de la franquicia.

«Tenemos un equipo para competir todos los días, estamos en una división bastante fuerte y con grandes rivales. Uno de nuestros rivales ganó la Serie Mundial y la primera cosa que tenemos que hacer es ganarle al mejor, que son ellos actualmente», dijo Cabrera.

«Creo que hemos mejorado el club, no solamente por algunas piezas nuevas, sino porque algunos de nosotros estamos más saludables que el año pasado y cuando hay salud, grandes cosas pueden suceder», dijo.

Enrique Rojas