LOS ÁNGELES – Si por Doc Rivers fuera, Blake Griffin ya estaría jugando partidos junto al resto de sus compañeros, sin embargo, hay un par de pequeños detalles que le impiden reincorporarse después de más de dos meses fuera de los planes del coach de Los Angeles Clippers: por un lado, los médicos no le han dado el visto bueno definitivo; por el otro, tiene que cumplir una sanción de cuatro partidos antes de poder pisar el Staples Center (si quiera como espectador) desde el momento en el que se le dé de alta.

Las cábalas sobre cuándo regresará siguen siendo el tema de conversación en los mentideros de las entrañas del estadio angelino. Según el positivismo de Rivers, la vuelta de Griffin podría hacerse efectiva a comienzos de marzo. Sea como fuere, el coach desea que se incorpore lo antes posible para que forme parte de las rutinas junto a unos compañeros que acumulan 29 encuentros sin él (22-7) antes de la cita ante Oklahoma City Thunder.

“Blake está cerca. Luce bien. Honestamente, tras verle hoy en la práctica, pensé que podríamos usar algo de eso esta noche pero no me entrometo en eso. Sé que hay una razón para que no esté activo. Viéndole hoy les pregunté (a los médicos) ‘¿Puede jugar hoy?’ Obviamente no podía, pero él está muy positivo, lo que es una gran señal para nosotros”, afirmó antes del encuentro ante Kevin Durant y compañía.

Hasta hace dos días, Griffin se limitó a realizar carrera continua y ejercicios de cardio. Desde el lunes, imprimió más intensidad a su rutina, aunque todavía no ha formado parte de prácticas con contacto. El ala-pívot llegó al Staples Center alrededor de las seis de la tarde y antes de que los aficionados comenzaran a llenar el graderío, se dedicó a lanzar a canasta y a realizar ejercicios de estiramiento como si fuera uno más de los disponibles para medirse al Thunder.

“Sería muy importante para nosotros el tenerle el máximo número posible de partidos. Primero porque tenemos un calendario muy difícil. Segundo, por la química y volver porque vuelva al ritmo”, agregó Rivers.

El discurso positivista del coach sobre el estado de Griffin, las evidentes prisas para que regrese, la presencia del jugador practicando en la cancha antes de que comenzara el partido, el hecho de que tenga que cumplir cuatro partidos de sanción. Los Clippers están haciendo demasiado ruido en lo que podría ser una estrategia pensada para una pronta recuperación, quizás más temprana de lo necesario para poner el contador de la sanción en marcha antes incluso de estar al cien por cien.

No obstante, desde la liga aseguran que no van a permitir ninguna estratagema para que el ala-pívot regrese antes de tiempo. El protocolo será el siguiente. Primero el médico de los Clippers firmará su alta, que será evaluada también por médicos de la liga.para que no haya un regreso adelantado.

Gonzalo Aguirregomezcorta