Por Richard Justice
TAMPA, Florida – El jardinero veterano de los Yankees, Carlos Beltrán, muestra la cicatriz en su codo derecho e intenta explicar lo que fue una campaña del 2014 bien frustrante.
«Me puse a pensar demasiado en lugar de jugar», dijo el puertorriqueño.
El año pasado, Beltrán probó tratamientos, medicamentos y descanso. Intentó hacerle ajustes a su swing. Trató de tirar y batear menos.
«Estaba buscando la manera de jugar y no sentir dolores», dijo. «Todo los días eran dolores y más dolores. Gracias a Dios ya eso es cosa del pasado».
Ahora mismo, los Yankees se sienten optimistas con respecto a Beltrán. Si las cosas salen como el club espera, recordarán un invierno en el que el boricua estuvo en el Yankee Stadium cinco días a la semana rehabilitándose.
«Está con mucha determinación», dijo el gerente general de los Yankees, Brian Cashman, acerca de Beltrán. «En varias ocasiones, he escuchado a miembros de nuestro personal decir que está entusiasmado y decidido con respecto a esta temporada».
En cuanto a la cicatriz en el codo de Beltrán…
«La primera vez que vieron las radiografías, encontraron un solo espolón óseo», dijo Cashman. «En verdad había tres y uno estaba suelto dentro de la coyuntura».
Beltrán disputó 109 compromisos en su primera temporada con los Yankees tras firmar un contrato de tres años y US$45 millones. También estuvo fuera de acción por una conmoción cerebral y una lesión en la rodilla derecha. Cuando su campaña terminó en septiembre, había bateado apenas .233 – 50 puntos por debajo de su promedio de por vida.
Los Yankees llegan a la temporada del 2015 con una larga lista de interrogantes, la mayoría por cuestiones de salud. CC Sabathia y Masahiro Tanaka encabezan dicha lista, en la que también se encuentran Mark Teixeira y los dominicanos Iván Nova y Michael Pineda.
No obstante, Nueva York confía en que si logra mantener a sus piezas principales en el terreno, competirán por un puesto en la postemporada.
Beltrán se unió a los Yankees como parte de una compra compulsiva durante el invierno del 2013-14, en la que el receptor Brian McCann, el jardinero central Jacoby Ellsbury y Tanaka también llegaron al Bronx. Pero las lesiones diezmaron a los Yankees y los mantuvieron fuera de octubre por segunda temporada consecutiva.
Beltrán firmó con los Bombarderos luego de conectar 56 jonrones y registrar un OPS (porcentaje de embasarse más slugging) de .836 por los Cardenales de San Luis en las dos campañas anteriores. Aunque el boricua tenía 36 años de edad cuando firmó con los Bombarderos, Cashman consideraba que le quedaba mucho en el tanque, en parte por su incansable ética de trabajo.
Y tras el retiro de Derek Jeter, Beltrán parecía ser una figura ideal para ayudar a los Yankees en su transición a una nueva era.
«Sereno y profesional» fue como Cashman describió al guardabosque.
Beltrán, de 37 años, dice estar emocionado de ponerse el uniforme y sentirse bien otra vez. No tuvo contratiempo alguno con respecto a la cirugía en el codo a la que se sometió en septiembre, ni con su recuperación.
«Estoy muy entusiasmado», dijo Beltrán. «Creo que tenemos un buen equipo, buenos jugadores. Es cuestión de encontrar la manera de ajuntarlo todo. El año pasado difícil. Pasamos por muchos altibajos, muchas lesiones. Muchos muchachos claves estuvieron fuera por largos períodos de tiempo. Este año, esperamos mantenernos saludables y que el núcleo se mantenga junto por mucho tiempo. Si lo logramos, seremos capaces de jugar un buen béisbol y competir.
«Cuando veo a este equipo en comparación con el del año pasado, CC parece estar en salud. El es un muchacho clave para nosotros. Masahiro también. Pineda se siente bien. Yo estoy saludable y Tex también. Estamos entusiasmados de jugar juntos y tener la oportunidad de ver qué podemos hacer».
Beltrán está reuniendo argumentos que algún día lo harán candidato para el Salón de la Fama. El boricua lleva 373 jonrones y OPS de .847 de por vida. Es el único jugador en la historia que ha tenido cuatro campañas consecutivas con al menos 100 anotadas, 20 bambinazos, 100 carreras empujadas y 30 bases robadas (2001-04). También es uno de cinco peloteros con siete temporadas o más con 20 vuelacercas y 20 estafadas. Y en 51 juegos de postemporada, ha bateado .333.
Las lesiones han entorpecido a Beltrán en el camino, especialmente en el 2009 y el 2010, cuando problemas con las rodillas lo limitaron a un total de 145 partidos. Pero por lo general, se trata de un jugador que ha logrado todo lo que se ha propuesto.
«Siempre he tenido gran pasión por el juego de béisbol», dijo Beltrán. «Le estoy muy agradecido a Dios por permitirme jugar este deporte por tanto tiempo. He pasado por muchas lesiones, pero en resumidas cuentas, Él me ha permitido rendir y hacer un buen trabajo. Estoy contento por eso».
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