Mónico Rodríguez Almonte

Las décimas de Mónico

La legisladronería,  no es autóctona de aquí,
eso es en otro país, que existe esa fechoría.

Pues aquí la ideología es un asunto sagrado, y cambian de teoría, después de juramentados.

Como un lobo disfrazado, y bien oculta sus mañas, anduvo haciendo campaña,  y ofreciendo una reforma.

Después no en tan buena forma, al hablar con periodistas,
el flamante congresista, entreabre la puerta y se asoma.

Dice que no los gestionan, ni lo hacen de mala fe, si aparecen cada mes, sencillamente los toman.

Ingresos que no cuestionan, su pudor ni su vergüenza; no miden las consecuencias,
o negativos efectos,  olvidan que son electos, y que deben rendir cuentas,
al pueblo que representan,  y el mismo que los critica.

Honorables congresistas, ¡Oh! señoras y señores,
son nuestros legisladores, son nuestros representantes.

Un privilegio irritante, e ilegal no debe ser, los que renuncian a él,
son muy raras excepciones.

Y esas aberraciones,  mantienen a esa estructura, a una mano de pintura, para ser legisladrones.

A modo de introducción, a tan delicados medios, sin que parezca un asedio,
a la pública opinión.

Debo abrir mi corazón, ponerlo fuera del pecho, cual garantía del derecho, de todos a disentir.

Cada quien, con su perfil, sus dones y su desempeño,
sin que nadie se crea dueño,  de la anhelada verdad.
¿Quién la niega, quién la da?  ¿Quién la busca, quién la esconde?
el día que yo sepa donde, la ponen en embarazo.

Reflexiones

Sin temor a mi fracaso, hacia allá he de avanzar, en mi modo de pintar cada huella en cada paso.

Aprovecho y extiendo un lazo de concordia y amistad,  considero a los demás,  sin excepción mis iguales.

Cuando no lo deseable,  me esforzaré lo posible,  para ver si se consigue, la necesaria armonía.

Como pan de cada día, cual Dante – acontecimiento, Virgilio y razonamiento,
Beatriz y teología.

Tales razones me inspiran,  a usar este menester, mi derecho,
mi deber,  a opinar donde se opina.

Distánciome de la inquina,  y darme un baño de honor,
alegría, paz y amor, sírvenme de medicina.

rumaryrc@hotmail.com

El Motín

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