Por Alberto Quezada
Después de 16 años ininterrumpidos en el ejercicio del poder y haber ganado cuatro elecciones nacionales con más de un 50 por ciento de los votos computados, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) asiste en la actual coyuntura a lo que podría calificarse de una Pandemia partidaria que amenaza su existencia.
Esa organización política que arriba a sus 47 años de fundada, este 15 de diciembre, está sumergida en un oscuro túnel de señalamientos, acusaciones y apresamientos, que la colocan en una situación bien difícil.
Pero más aún, este colectivo político ha experimentado una traumática división partidaria que dio al traste con la salida de su líder fundamental el ex presidente Leonel Fernández.
De igual manera, padeció la intrigante percepción de culpabilidad creada por un sector político y social importante de ser el responsable principal de la suspensión y todo lo que se dijo de las elecciones municipales de febrero.
Asimismo, sufrió las posteriores derrotas de las elecciones municipales, congresuales y presidenciales de marzo y Julio del 2020, con la consiguiente pérdida de mayoría en los ámbitos municipales y congresuales.
También , y como si esto fuera poco, la perdida casi absoluta de influencia y representatividad en la escogencia de los titulares de los organismos como Cámara de Cuentas , Altas Cortes y la Junta Central Electoral (JCE).
Pero queda más, todavía esa entidad política no bien termina de reponerse de su reciente derrota electoral del 2020, y viene y le caen unos expedientes judiciales que le cuestiona severamente el accionar ético de algunos ex funcionarios de sus gestiones gubernamentales. Ya 11 de ellos están guardando prisión en cárceles dominicanas y de manera domiciliaria.
Ante esa realidad, queridos lectores, el cuestionamiento sería el siguiente: ¿cuál será el futuro a corto y mediano plazo del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
¿Surgirá o nacerá de lo más profundo de esa organización política un líder o liderazgo capaz de levantarla del oprobio y el escarnio en que la han sumergido?.
El autor es periodista y magister en derecho y relaciones internacionales. Reside en Santo Domingo. Quezada.alberto218@gmail.com
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