La crítica realidad de Haití repercute en RD

Por Juan López

La crítica realidad por la que, desde hace décadas, viene atravesando la vecina república de Haití, directa e indirectamente, repercute en la R. Dominicana (RD) en importantes  aspectos económicos, sociales y políticos; razón por las que el gobierno, la oposición política y nuestras  organizaciones de la sociedad civil están en la obligación moral y política de reflexionar a profundidad en las posibles soluciones a corto, mediano y largo plazos ante esta ineludible situación, ¡antes que resulte demasiado tarde!

Desde aquí observamos que, en el plano económico, Haití padece una grave crisis: A) Inestabilidad de la macroeconomía. B) Decrecimiento del PIB en menos -2 %. C) Alta inflación que ronda el 30 %. D) Significativa devaluación del gourde, su moneda nacional.  E) Carencia de muchos de los productos de la canasta básica alimentaria. F) Ausencia de inversión de capital extranjero e inexistencia del turismo. G) Precaria producción agrícola y depredación forestal afectando su  medioambiente. H) Importante dependencia  de la remesa familiar. H) Abundante contrabando de mercancías y armas acompañado de un creciente narcotráfico.

En el ámbito social haitiano, con cerca de 13 millones de habitantes,  sobresalen: A)  El desempleo superando el 35 % de la población económicamente activa. B) Es el país de mayor pobreza en todo el hemisferio occidental. C)  Más del 65 % de la población es analfabeta. D) El sistema sanitario es muy precario, con un alto déficit de hospitales y medicamentos, predominando los servicios empíricos y mágicos-religiosos para la salud. E) Escasea el agua potable y los servicios de energía eléctrica son pésimos. F) Permanente emigración masiva y peligrosa hacia países de la región, en especial RD, es su principal esperanza de mejoría. G) Haití  recibe, mensualmente,  miles de repatriados procedentes de diferentes países. H) Existencia de diferencias raciales entre mulatos y negros haitianos.

El escenario político que se visibiliza de Haití desde el exterior: A) Total quiebre de las instituciones propias de un Estado. B) Crisis de gobernabilidad democrática y del sistema político con más de 100  partidos. C) El sistema legislativo, bicameral, desde hace más de dos años la cámara de diputados está cerrada y de los 28 senadores, solo 9 están vigentes. D) Su último presidente, Jovenel Moise, fue víctima de un magnicidio, aún sin identificar sus reales victimarios: por lo cual, desde julio de 2021, Haití no tiene presidente. E) El actual jefe de gobierno es un primer ministro provisional de transición. F) Las contradicciones políticas han impedido, desde hace dos años, realizar elecciones congresuales, municipales y presidenciales.

G) El caos político reina en Haití. Bandas de delincuentes armadas controlan y anarquizan la vida y el comercio en varios sectores del país, en los que predominan el secuestro, la extorsión, el terror, con frecuentes enfrentamientos de las bandas con saldos de cientos de  muertos, heridos  y el imperio de la zozobra de las familias residentes en esas zonas.  

Es válido señalar que Haití, primer país en obtener su independencia en América y abolir la esclavitud, ha sido víctimas de los intereses de la geopolítica y económicos, sufriendo  varias ocupaciones militares (francesas, norteamericanas) y ha padecido el flagelo de muchos gobiernos dictatoriales. También del fracaso de diferentes intervenciones de organismos internacionales, destacándose la frustración de los 14 años de la ONU a través de la MINUSTAH y la casi indiferencia que predomina en la comunidad internacional, principalmente de EE.UU., Francia, ONU, OEA, BID, FMI, Banco Mundial y   Unión Europea

También la naturaleza ha golpeado los casi 28 mil Km2 del territorio haitiano a través de duraderas sequías, huracanes, inundaciones por vaguadas y las destrucciones causadas por fuertes y mortíferos terremotos  (2010 y 2021).

Ese apesadumbrado escenario que, a grandes rasgos, presentamos de Haití,  que no se vislumbran  viables soluciones pacíficas, institucionales  y democráticas,  induce a una posible  confrontación violenta que ya sectores de la comunidad internacional visualizan en una fratricida y muy lamentable guerra civil.

Entonces, siendo la RD a donde más impacta y repercute la crisis haitiana, obviamente, debe ser el país más preocupado e interesado en que se encuentren soluciones  a corto, mediano y largo plazos de la peligrosa crisis de la vecina república de Haití. Por lo tanto, el gobierno y el liderazgo político y de la sociedad civil de RD deben reflexionar sin prejuicios de ninguna índole para detener el ambiente de inseguridad y violencia en Haití y promover en el seno de la comunidad internacional la gestión de acuerdos y procedimientos idóneos para realizar  elecciones democráticas, equitativas, libres y transparentes en Haití, a la mayor brevedad posible.

Así, con la eficiente colaboración de la comunidad internacional allá, en su mismo territorio, puedan recomenzar la construcción del camino con suficientes ánimos  para retomar la institucionalidad y gobernabilidad democráticas, impotantizando la convivencia social y pacífica para superar el actual estado de calamidad e incertidumbre. ¡El pueblo haitiano se lo merece!

El Motín

Agregar comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.