La calidad de la educación

Por Alberto Quezada

El sistema educativo de la República Dominicana ha venido experimentando en los últimos años avances innegables en algunas áreas, aunque en otras parece no haber un rumbo definido y un cuidado adecuado.

Esto lo planteamos porque desde mediado de la década de los años 90 a la fecha, los distintos gobiernos que se han sucedido en el solio presidencial, de manera sistemática han hecho su contribución para que la educación dominicana avance o se encarrile por senderos de modernidad y desarrollo.

En ese contexto se ha avanzado en la parte de infraesctrura, dignificación de las condiciones de vida del docente, mejoría en la atención al estudiante en todos sus niveles, entre otras.

Ahora bien, si hacemos un ejercicio critico al actual sistema no podemos negar que en términos de la calidad de la enseñanza de parte de los profesores hacia los alumnos hay profundas carencias que deben mejorarse en el corto y mediano plazo.

Debo dejar claro que esas oportunidades de mejora no la hacemos nosotros, sino que están evidenciadas en las distintas pruebas, mediciones y evaluaciones nacionales y extrajeras que se han presentado, como son Informe PISA, Unesco, Banco Mundial, entre otros.

Según esos reputados organismos que miden la calidad de la educación y se mueven en ese mundo, la República Dominicana aparece con profundas lagunas que deben ponérsele atención. En otras palabras, nuestro sistema educativo registra preocupantes atrasos que nos colocan como campeones en comparación con otros países con similares condiciones socioeconómicas que nosotros. Y esto no debe ser.

De manera que, el sistema educativo dominicano debe reorientarse, no es posible amables lectores, que haya tanta improvisación, propaganda y politiquería con un tema tan crucial para el desarrollo. Por ejemplo, hace más de un año que el excelentísimo señor presidente don Luis Abinader posteó en su cuenta de twitter con mucha emoción que el Estado dominicano hacia una inversión de más de 27 mil millones de pesos en 185 mil dispositivos electrónicos para profesores y estudiantes.

Pero saben ustedes cual es el problema de eso, que esa inversión se convierte en una dilapidación por el hecho de que como hemos comprobado en la mayoría de los centros educativos de algunos Distritos Educativos a nivel nacional, esos equipos no pueden utilizarse en clase por carecer de la conectividad adecuada. Eso es lamentable que siga sucediendo.

*El autor es periodista y magíster en derecho y relaciones internacionales. Reside en Santo Domingo. Quezada,alberto218@gmail.com

El Motín

Agregar comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.