El MotínVarios mdios de prensa en Estados Unidos han aprovechado la coyuntura para repasar las relaciones previas de la cantante, actriz, empresaria e ícono de la moda, quien ha estado comprometida cinco veces. Echemos un vistazo a cómo han sido los cinco anillos de compromiso que ha recibido JLo, algunos de ellos entre los más caros recibidos por una personalidad del mundo del espectáculo.
El primer matrimonio de JLo, un poco antes de hacerse famosa gracias a la película Selena, fue con Ojani Noa, quien se lo propuso con un diamante por valor de 100.000 dólares, toda una fortuna para el mesero.
Se casaron en febrero de 1997 y se divorciaron 11 meses después. Esa unión le ha traído numerosos problemas legales a JLo, quien demandó a su ex en 2006 y le impidió que publicara un libro sobre la relación. Actualmente sigue en disputa con él por sus intenciones de divulgar un video de la luna de miel.
En 2001, López se casó con el bailarín Cris Judd, quien aparece en su video musical «Love Don’t Cost a Thing». El anillo de compromiso, con una piedra esmeralda, tenía un valor aproximado de un millón de dólares. El matrimonio duró apenas 9 meses.
Una de las relaciones más publicitadas de JLo fue la que mantuvo con el actor Ben Affleck entre 2002 y 2004. La prensa apenas daba tregua a la pareja.
Él le regaló un anillo de diamantes en rosas de Harry Winston de 6,10 quilates, que costó 2,5 millones de dólares. En una entrevista el año pasado, JLo comentó que le encantó la joya.
Anthony le propuso matrimonio con un enorme anillo de diamantes azules de 8.5 quilates por valor de alrededor de 4 millones de dólares. La boda de 2004 terminó en divorcio 10 años después.
La estrella de los Yankees de Nueva York, hoy con 45 años, y JLo, comenzaron su relación en 2017. Dos años después, él le entregó el anillo de compromiso de 18 quilates que le costó 1.8 millones de dólares.
El año pasado, López lamentó que la pandemia los obligara a posponer la boda, que ahora esté en el aire, luego de que la pareja admitiera en un comunicado que está buscando resolver algunos problemas. Aunque no se han casado, comparten sociedades inmobiliarias y comerciales que deberían dividirse si se separan, incluida una residencia de $ 32,5 millones de dólares en Miami Beach.
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