Los huesos del padre de la psiquiatría dominicana, Antonio Zaglul, deben retumbar los domingos cuando algunos programas de TV utilizan indefensos seres humanos, enfermos mentales, con el objetivo de subir los ratings al show.
Decía el célebre psiquiatra Zaglul, escritor del libro “Mis 500 locos: memorias del director de un manicomio”, que había más enfermos mentales en las calles, vestidos de saco y corbata, que en el manicomio. En el país hay fundaciones para todos: corazón, diabetes, hemodiálisis, Alzheimer, lepra, hasta en defensa de los animales, menos una que defienda a esos discapacitados mentales.
Los productores de esos programas y los animadores creen que se la están comiendo con colocar gente que ni canta, ni baila, ni actúa en los segmentos para buscar supuesto talento, con el fin de ridiculizarla ante todo el país. ¡Así quieren que los nominen, realizando esa producción tan burda y mediocre! Ya paren eso, por Dios. Atención Espectáculos Públicos y Radiofonía.
Agregar comentario