¿Conspiración contra el Gobierno?

Por la Redacción

La violencia delincuencial continúa desenfrenada pese al operativo de patrullas mixtas que lanzó esta semana el presidente Luis Abinader con el objetivo de poner a los delincuentes contra la pared y tras las rejas.

Surgen entonces las teorías de conspiración que buscan tener base para ganar credibilidad.

¿Habrá sectores políticos o económicos impulsando estos actos de violencia que cuestionan la seguridad ciudadana y hacen caer en picada la imagen del gobierno?

Los servicios de inteligencia dominicanos lucen paralizados. Nadie sabe que hacen el DNI, Servicio Secreto, los organismos de investigación de los cuerpos armados. Por lo menos públicamente se ignora si estos saben u olfatean el origen y procedencia de estos golpes contra la sociedad entera que atentan contra el estado de cosas.

Sicarios disparan contra los agentes del Dicrim.

El presidente Luis Abinader advirtió que los ope­rativos no concluirán has­ta llevar la paz y tranquili­dad a los diferentes barrios del país al costo que sea. El mandatario manifestó que, desde el Estado, no es­catimará esfuerzo para in­vertir los recursos que sean necesarios, para bajar el ín­dice de delincuencia.

A propósito del acribillamiento de agentes del Dicrim al caer la tarde de este viernes, se escriben crónicas como esta:

A poco más de 24 horas del presidente Luis Abina­der haber or­denado hacer frente a la delincuencia con fuerzas militares y de policía, los delincuentes no muestran estar intimidados y, en con­trario, parecen estar retan­do a la autoridad al conti­nuar su ola de asesinatos y asaltos.

La tarde del viernes fueron ultimados Fernando Santos Martínez y Víctor Sánchez Solano, ambos en el interior de una yipeta marca CRV, en la carretera de San Isidro.

Hay un herido, identifica­do como César Rodríguez.

En otro hecho, al medio­día del jueves, el empresario italiano Lucas Garafolo fue ultimado dentro de su ve­hículo mientras viajaba por la autopista Las Américas, a pocos metros de la estafeta del peaje.

También, se ha informa­do, sin confirmación, que tres agentes de la Dirección Central de Investigaciones Criminales (Dicrim) fueron baleados por hombres encapuchados, en la carre­tera Mella, de Santo Do­mingo Este.

En Santiago fue asesina­do el ferretero José Enrique Morel. En la avenida Inde­pendencia, de la capital, fue asesinado un joyero,

Reacción a operativos

Al día siguiente de inicia­do el operativo de la Poli­cía Nacional y las fuerzas militares para combatir la delincuencia y llevar tran­quilidad a los ciudadanos, comunitarios de los barrios Gualey, La Ciénaga, Los Guandules y Guachupita se han quejado por no haber sentido el patrullaje en esos sectores.

Aseguran que estas fuer­zas combinadas sólo se han movido “en las calles de arri­ba”, donde está tranquilo, bajo control, pero no pene­tran a los callejones donde se ocultan los malhechores.

En un recorrido de repor­teros de LISTÍN DIARIO en estas zonas de la capital, al­gunos llegaron a afirmar, in­cluso, que no han sentido el patrullaje, al no haber avista­do a miembros de la Policía y efectivos militares en camio­netas o motocicletas a través de los pasadizos y las calles sin salida.

Sin embargo, otros que sí afirman haber visto la vigi­lancia y aseguran que están más tranquilos, aunque ad­vierten de que “hay que dar­le tiempo” y ver “si no se tra­ta de un bulto (aparataje)”.

Pamela, residente en el sec­tor Gualey, dijo que no han pasado por ahí. “Y para allá abajo están acabando esos de­lincuentes”, expresó a la vez que señalaba la dirección.

Similar fue lo que comen­tó el carpintero Rafael, de la Ciénaga, quien dijo que vio miembros de la institución del orden en los actos fúnebres de “Bombo”, quien era el cabe­cilla la presunta banda delin­cuencial “Los Menores”.

“El patrullaje que debería haber por aquí no se ha vis­to y va a venir gente de aquel lado a atracar porque no hay seguridad y no hay un or­den”, enunció.

La señora Ergia Melly, ha­bitante en Guachupita des­de hace más de 60 años, aseveró que después que sucedió el caso de Los Me­nores no ha visto policías y mucho menos la operación desplegada la tarde del jue­ves.

“Yo me dije: Será para la parte alta o donde están en los riquitos, porque aquí este barrio está huérfano. No se ha sentido nada, pero que­dan bandas, no era esa so­la… Por eso me quiero ir de aquí, porque uno vive con mucho miedo”, contó Melly.

Luiggy Martínez, quien también reside en Guachu­pita, dijo que los ladrones patrullan más que la Policía y que los miembros de la en­tidad se les esconden.

“En estos días salieron tres armados, y los policías estaban ahí y tuvieron que esconderse y se escabulle­ron. Esos patrullajes son bul­tos que ellos hacen. Tienen que andar a pie y meterse a los callejones para que se to­pen con los delincuentes. En un camión, ¿a quién tú vas a agarrar? a una gente que tú encuentras sentado aquí… ¿y cómo andan los delin­cuentes? es por los callejo­nes con pistola en manos y de todo. Desde que ellos ven un camión se esconden. Tu que eres serio sigues cami­nando normal, ¿y que yo ha­go? te agarro preso para lle­nar requisito con los jefes. Ellos lo que tienen que ha­cer es mandar a los policías a pies como andan los negros, que bajaban y dejaban la guagua en un sitio y se iban con 20 y 30 delincuentes”, manifestó Luiggy.

Por otro lado, están aquellos que avistaron a policías y mi­litares la madrugada de ayer recorriendo estos mismos sectores, por lo que dicen sentirse protegidos.

Gerardo Pérez, residente en Gualey, dijo que se sintió seguro y confía en que las au­toridades continuarán con el patrullaje en la zona.

“Nos sentimos seguros, porque por la falta de ellos era que hacían el desorden. Ahora van a tener que bus­car en qué sitio no están ellos, para cometer sus fe­chorías, porque como ellos no estaban podían ejercer sus actos en cualquier lado. Ha habido un poco más de tranquilidad por lo que pa­só y esperamos que mejo­re”, expresó Pérez. Además, agregó que sería convenien­te la instalación de cuarteles en esos barrios, porque los pocos que hay están muy lejos. Fermín Galván, de La Ciénaga, dijo que allí ama­necieron mejor y que aho­ra pueden sentarse afuera a tomar aire.

El operativo fue puesto en vigor como respuesta a una ola delictiva des­atada en el país que, además de la capital, se ha extendido a diferen­tes localidades del pais. La muerte de cuatro miembros de la banda criminal “Los Menores” o “Chuky Malos”, a ma­nos de la Policía, desató la situación

De acuerdos con infor­mes oficiales, la muer­te de Miguel Ángel Cal­derón “Bombo”, cabe­cilla de la banda; Kelvin Santos de la Cruz, Yeral David Peralta y otra per­sona aún desconocida, ocurrió durante un in­tercambio de disparos con agentes del orden.

El Motín

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