Chapman listo para lanzar con los Yankee

NUEVA YORK – Un solo pensamiento ocupará la mente de Aroldis Chapman este lunes, 9 de mayo. Si bien su primer partido en el Yankee Stadium será recordado por siempre como su regreso de una suspensión de 30 partidos, la primera dictaminada bajo la nueva política de violencia doméstica de Grandes Ligas, para él su único enfoque será su familia, la que estará en las gradas esta noche y la que dejó atrás en Tampa.

Después de siete años sin verla, su hermana Yusmila estará por primera vez en un estadio de Grandes Ligas junto a sus padres, su novia Cristina Barnea y su hija Angelina.

Barnea estará cargando con su hija de 11 meses, viendo a Chapman ponerse el uniforme a rayas por primera vez en el Bronx seis meses después de haber sido investigado por Major League Baseball por un presunto incidente de violencia doméstica en su casa en la Florida.

Chapman se niega a hablar de los hechos en torno a ese día más allá de «eso lo he dejado atrás» y «ya lo pasado queda en el pasado». El cubano siempre ha reiterado que nunca le hizo daño físico a su novia y que las cosas fueron malinterpretadas.

El zurdo de 28 años afirma que ahora sólo está enfocado en el béisbol y en ayudar a los Yankees a ganar, un equipo que ha rondado el sótano divisional todo el primer mes de la campaña 2016, el mismo lugar al que se acostumbró durante tantos años con los Rojos.

«Estaba en Cincinnati, que el equipo estaba bien mal, y de momento vengo para acá y al equipo no le está yendo bien. Sí se siente un poco frustrante», dijo Chapman en una entrevista uno a uno con ESPN Digital antes de viajar rumbo a Nueva York. «Pero lo que va es un mes de temporada. Todavía no hay nada. En un mes lo que va prácticamente 30 juegos. Eso no dice nada».

Chapman no tiene idea de qué tipo de recepción recibirá de los fans neoyorquinos en el primer momento que suba a la lomita en la catedral del béisbol en el Bronx, pero admitió que siente que cuenta con muy poco margen de error.

«Creo que lo más difícil es que estuve jugando en primavera extendida y no es la misma presión. No es el mismo foco. No es el mismo ritmo de juego que uno lleva de tirar [en Tampa] por un mes y después cambiar de nivel a Grandes Ligas», admitió. «Es un nivel más bajo. No tienes para competir. Puedes equivocarte fácilmente. Pero ahora sí, cuando entre [el lunes] sí tengo para competir contra alguien».

Sin embargo, Chapman dice que le da la bienvenida al reto, en particular ante los campeones de la Serie Mundial de 2015 Reales de Kansas City y su compatriota Kendrys Morales, con quien no coincidió en Series Nacionales, pero que era un referente en la selección cubana cuando él jugaba en categorías inferiores.

«Está bueno eso», agregó. «Es emocionante».

El ‘Misil Cubano’, como se le apoda debido a su letal recta que sobrepasa las 100 millas por hora, ha estado ansioso de ponerse un uniforme de Grandes Ligas de nuevo para ayudar a los Yankees a salir del agujero que se han cavado en el Este de la Liga Americana.

No obstante, al mismo tiempo, Chapman señaló que disfrutó el mes que pasó en Tampa gracias a los numerosos jóvenes que lo buscaron para pedirle consejo.

Al completar cada sesión de lanzamientos a través de su mes de suspensión, Chapman se quedaba en las gradas hablando con los prospectos de pitcheo de los Yankees, entre ellos los jovencitos dominicanos Adonis Rosa, Isaac Padilla y Rafael Lara, y el venezolano Luis Cedeño

Chapman admitió que usó el tiempo de su suspensión no sólo para «aprender cada día más», sino también para ser un ejemplo para otros jóvenes latinos.

«Son chamaquitos jóvenes. Hay muchos latinos, dominicanos, venezolanos. Ellos ven a uno como algo bien grande, algo que ellos admiran. Les di la confianza que pudieran hablar y conversar con uno; estuve dándoles consejos», explicó.

«Yo les quise decir que tienen que entrenar pero tener algo en la mente, qué es lo que tienen que mejorar para poder salir de ahí del nivel donde están. Todo lo que ellos necesitan para poder salir de ahí, dentro y fuera del terreno, cuando lleguen a un lugar, saludar, tener educación. Así lo pasé mejor, ayudándolos a ellos».

«Lo del pasado ya pasó, no estuve pensando en eso», continuó Chapman. «Estuve solamente enfocándome, con mi familia, mi hermana que vino hace poco de Cuba, tratando de prepararme lo mejor posible. Pensando sólo en cuando llegue ayudar al equipo al cien por ciento».

Marly Rivera

Redacción

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