Adams culpó de la crisis a los gobernadores republicanos que reubicaron a los inmigrantes de la región fronteriza del sur a territorios demócratas.

Autoridades de Texas envían a decenas de niños migrantes no acompañados a Nueva York

Después de que el alcalde de la ciudad de Nueva York declarara el estado emergencia por la oleada de inmigrantes que han llegado a la Gran Manzana, aviones que trasladaban a decenas de adolescentes sin compañía en busca de asilo llegaron a la metrópolis con poca o ninguna notificación previa.

Dos aeronaves, cada una con al menos 24 menores de edad no acompañados, arribaron al aeropuerto del condado Orange Montgomery cerca de las 6:00 de la noche del viernes, expresó Steve Neuhaus, ejecutivo del condado.

Al momento de aterrizar, los adolescentes fueron puestos en autobuses de enlace y enviados a varios sitios de la ciudad de Nueva York, Kingston y Poughkeepsie, informó Neuhaus. Tanto los autobuses como los vuelos fueron fletados por agentes federales.


El ejecutivo republicano declaró que cree que la administración del presidente Joe Biden debe hacer un trabajo mucho mejor en la gestión de la actual crisis y ser más claro sobre sus operaciones de reubicación.

“Ha sido absolutamente salvaje”, expresó. “Nunca he visto nada como esto.”

Manifestó que tanto el aeropuerto del condado como el Aeropuerto Internacional Steward en New Windsor habían recibido con anterioridad aeronaves llenas de migrantes con poca advertencia o ayuda de las autoridades.

Adams alertó el viernes que la crisis en cursi es “insostenible” y está llevando a la población de refugios de la ciudad a un máximo histórico que podría tener un costo a los contribuyentes de 1 mil millones de dólares adicionales para vivienda y servicios sociales.

El alcalde hizo los comentarios al día siguiente de que New York Post informara que 7,330 inmigrantes en autobús desde El Paso, Texas, desde el 23 de agosto representan más del 42% de los 17,400 estimados que llegaron a Nueva York desde el mes de mayo.

Adams culpó de la crisis a los gobernadores republicanos como Greg Abbott, que reubicaron a los inmigrantes de la región fronteriza del sur a territorios demócratas como la Gran Manzana.

Nueva York ha sido una “ciudad santuario” desde el año 1989, cuando el entonces alcalde Ed Koch firmó una orden ejecutiva que prohibía a los trabajadores municipales cooperar con las autoridades federales de inmigración a menos que lo exigía la ley o en relación con las investigaciones criminales.

El Motín

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