RedacciónRÍO DE JANEIRO — En un partido espectacular, a tono con su gran semana, Juan Martín del Potro le dio una dura batalla a Andy Murray antes de caer por 7-5, 4-6, 6-2 y 7-5. El argentino, en un torneo con victorias ante Novak Djokovic y Rafael Nadal, se marcha con la medalla de plata.
Del Potro perdió ante Murray en la final de los Juegos Olímpicos. Getty Images
Un duelo que lo tuvo todo, de principio a fin. El contraste de los estilos de juego, sin dudas, le puso una cuota de mayor intensidad al desafío. La potencia de Del Potro ante el esquema estratégico de Murray. Con dominio repartido, pero un mejor principio y final del escocés, transcurrieron las más de cuatro horas de acción en la final olímpica en Rio de Janeiro. El argentino cayó de pie, en una semana inolvidable; el escocés volvió a tocar la gloria, como hace cuatro años en Londres.
Un partido totalmente distinto a los que venía jugando. Y más que nada por lo que le propuso el rival. Del Potro se sintió incómodo desde el primer momento ante los cambios de altura y velocidad de Murray. Ni siquiera pudo hacer valer su servicio.
El británico, en un game eterno y en el que hizo conocer a Del Potro cada sector de la cancha, puso el 2-0. Apenas un oasis de Del Potro con una rotura. Y una racha de ocho puntos seguidos del escocés para sellar un 4-1 que pintaba claramente el desarrollo del encuentro.
Sin embargo, Del Potro jamás bajó los brazos y tuvo su premio. De a poco volvió a encontrar un mejor impacto en la derecha, sacó provecho de un momento errático de Murray y equilibró el marcador. Pero las luces del británico regresaron en el duodécimo juego, en el que jugó en gran nivel y firmó un nuevo quiebre para el 7-5.
El argentino no acusó el impacto de la desventaja y firmó un quiebre de arranque en el segundo set. Un instante después, después de levantar tres puntos de rotura, puso el 2-0. Un ritmo agotador, con 20 puntos disputados en esos primeros dos juegos. Pero ni el cansancio lo pudo parar: tres juegos de servicio con solidez y un expectante 5-3.
Ahí, un primer momento tenso con el saque de Murray en el 30-40. Set point. Segundo servicio. Y a la derecha de Del Potro. El argentino cuidó la bola y tuvo su chance desde el revés, pero el británico sacó una volea de la galera. Y después, tras resistir a los derechazos de Del Potro, mantuvo la historia hasta el 5-4.
Y llegó el segundo pasaje de nervios, con un doble set point desde el saque. No se le dio, en gran parte a la enorme defensa del escocés. Pero la tercera fue la vencida: derecha paralela invertida y un set por lado.
El tercero fue dominio de Murray. Después del 2-2, todo suyo. El escocés sacó de la zona de comfort a Del Potro con sus variantes y aprovechó al máximo el golpe anímico del quiebre en el sexto game para encaminarse, sin mayores problemas, directo hacia un contundente 6-2.
Del Potro tuvo un buen inicio de cuarto, con un quiebre. Tal vez impensado. Murray pareció sentir algo de presión del ambiente, intentó despejar las dudas desde la devolución con un enorme y game y un cierre con un drop de lujo, pero volvió a los errores desde el servicio, con un game con dos doble faltas.
Del Potro le dio una dura batalla a Murray por más de cuatro horas. Getty Images
La batalla siguió adelante, con Del Potro resistiendo a pura potencia y un Murray más estratégico, con un revés con slice paralelo muy dañino. En ese duelo pesó más la velocidad de pelota, que lo llevó a castigar con la devolución y ponerse 5-3 al frente.
La historia parecía dirigirse a un quinto set, pero Murray tenía otros planes. Jugó un game brillante desde la devolución, puso el 5-5 y después, a puro coraje, supo salir de un doble punto de quiebre. Dos aces consecutivos, un punto más desde el servicio y 6-5. Y ahí, tras levantar un match point, punto final para esta historia soñada, que, pese al traspié del último paso, no deja lugar para el reproche.
Del Potro tuvo un buen inicio de cuarto, con un quiebre. Tal vez impensado. Murray pareció sentir algo de presión del ambiente, intentó despejar las dudas desde la devolución con un enorme y game y un cierre con un drop de lujo, pero volvió a los errores desde el servicio, con un game con dos doble faltas.
La batalla siguió adelante, con Del Potro resistiendo a pura potencia y un Murray más estratégico, con un revés con slice paralelo muy dañino. En ese duelo pesó más la velocidad de pelota, que lo llevó a castigar con la devolución y ponerse 5-3 al frente.
La historia parecía dirigirse a un quinto set, pero Murray tenía otros planes. Jugó un game brillante desde la devolución, puso el 5-5 y después, a puro coraje, supo salir de un doble punto de quiebre. Dos aces consecutivos, un punto más desde el servicio y 6-5. Y ahí, tras levantar un match point, punto final para esta historia soñada, que, pese al traspié del último paso, no deja lugar para el reproche.
La historia de Del Potro en Rio toma un tinte especial si se tiene en cuenta que llegó al torneo por haberse guardado una presentación con ranking protegido, luego de que una triple operación en la muñeca izquierda lo mantuviera lejos de las canchas -y sin ranking- por prácticamente dos temporadas.
En su primer paso en el regreso a la actividad, allá por febrero, Del Potro alcanzó semifinales en Delray Beach. Y hoy, todavía sin pegar el revés a dos manos con soltura, jugará su primera final, con seis partidos en línea por primera vez desde Wimbledon 2013. Y con victorias ante Djokovic y Nadal en la semana. Impresionante.
Vale decir que, unas horas antes Nishikori se impuso a Rafael Nadal por 6-2, 6-7 (1) y 6-3 en el partido por la medalla de bronce.
Agregar comentario