El secretario de Defensa estadounidense,Lloyd Austin.

Nuevo jefe del Pentágono tendrá que erradicar racismo y el extremismo entre militares

Redacción El Motín.— El recién confirmado secretario de Defensa estadounidense,Lloyd Austin, tendrá que lidiar no sólo con un mundo de amenazas a la seguridad y una enorme burocracia militar, sino también con un reto que le toca más de cerca: erradicar el racismo y el extremismo en las militares.

Austin asumió el cargo el viernes como la primera persona de raza negra en dirigir el Pentágono, luego de un fatal asalto al Capitolio en el que militares activos y retirados estuvieron entre los revoltosos animados por teorías ultraderechistas de conspiración.

El general retirado dijo a los senadores esta semana que el trabajo del Pentágono es “proteger Estados Unidos de nuestros enemigos, pero no podemos hacerlo si algunos de esos enemigos están en nuestras filas”.

Librar de racistas a las fuerzas armadas no es su única prioridad. Austin, que fue confirmado por votación de 93-2, dejó claro que acelerar la entrega de las vacunas para el coronavirus tendrá su atención inmediata.

Pero el asunto del racismo es personal. En su audiencia de confirmación el martes, explicó por qué.

En 1995, cuando el entonces teniente coronel Austin servía en el 82da División Aerotransportada en Fort Bragg, Carolina del Norte, tres soldados blancos que se consideraban cabezas rapadas fueron arrestados por el asesinato de una pareja negra que caminaba por la calle. La investigación concluyó que el ataque fue racista.

El asesinato desató una investigación interna y al final 22 soldados fueron vinculados con cabezas rapadas y otros grupos similares o se determinó que tenían ideas extremistas. Entre ellos había 17 que fueron considerados supremacistas o separatistas blancos.

“Nos despertamos un día y descubrimos que teníamos extremistas en nuestras filas”, dijo Austin a la Comisión de Servicios Armados del Senado. “Y ellos hicieron cosas malas por las que ciertamente los hicimos responsables, pero descubrimos que todo el tiempo hubo indicios de esas actividades. Nosotros simplemente no sabíamos qué buscar ni a qué prestar atención”.

Austin no es el primer secretario de Defensa en lidiar con el problema.El racismo ha sido desde hace tiempo un trasfondo en las fuerzas armadas. Aunque los líderes insisten en que solamente una pequeña minoría tiene opiniones extremistas, ha habido instancias persistentes de racismo y, más sutilmente, una historia de prejuicios implícitos en una institución predominantemente blanca.

Un reporte reciente del inspector general concluyó que los miembros negros de la Fuerza Aérea son más investigados, arrestados, disciplinados y licenciados por mala conducta.

Con base en datos de 2018, aproximadamente dos terceras partes de los soldados son blancos y 17% son negros, pero el porcentaje de la minoría decrece al aumentar el rango. La población estadounidense en general es aproximadamente tres cuartas partes blanca y 13% negra, de acuerdo con el Buró del Censo.

El Motín

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