Cuatro y dos son seis

El PLD, finalmente quedó atrapado en la trama Odebrecht. Para tratar de salir de ella tiene Danilo Medina un plan maestro y una intención estratégica principal: alejar el escándalo de su persona. Luego, están los planes subalternos y complementarios.

¿Por qué el gobierno no ha publicado la lista de implicados en los sobornos? Porque no están listos todavía. No puede publicarse la lista sin que hayan consecuencias y no pueden asumir esas consecuencias sin tomar medidas preventivas.

¿Cuándo y cómo procederían?

1.- La lista de implicados y la acción judicial, de cualquier tipo, ha de ser creíble. La gente sabe quien es quien y la lista solo podría sorprender por la aparición de nombres inesperados, no así por nombres sabidos que no aparecieran. Si la gente acepta la lista el menor de los escollos sería superado.

2.- La lista y la acción judicial tiene que resultar aceptable y satisfactoria a las autoridades norteamericanas que han estado presionando, que tiraron de las orejas del procurador y que están preocupadas y molestas con la situación dominicana. Este es un tema de mayores consecuencias pero de efecto no inmediato.

3.- Ninguna lista ni acción judicial puede ser iniciada sin acuerdo previo y fundamental con las personas que serán imputadas para que, esas personas no denuncien a los otros implicados de ese y otros crímenes. El poder necesita evitar a toda costa una reacción en cadena que, como cascada, conecte a unos implicados con otros y que por resentimiento o buscando compasión en la opinión pública revele las cosas que no pueden ni deben ser reveladas.

Deben y quieren evitar que suceda aquí lo de Brasil.

La calle está llena de rumores según los cuales un fulano dice o dijo o dicen que dijo que el no se hundía solo.

Eso no dudo que lo hayan dicho pero dudo mucho que lo hagan por los amarres múltiples a que están sometidos.

Los que serán imputados deben portarse bien y no lesionar el poder político de Medina porque es él quien ha emitido la orden de que, mejor ser juzgados ahora cuando el tiene el control de todos los resortes de la justicia y el poder que mas tarde cuando otro sea quien gobierne.

La acción judicial debe además servir para terminar de hundir a Leonel Fernández y cada cual sabe como hacerlo y ya entendieron lo fácil que ha sido hasta ahora.

De ser posible, la acción judicial debe ser parte de la próxima reelección, el punto de inflexión que le permita al señor Medina pasar de hombre acosado a promesa de poder que protege en el presente a los imputados y asegura que en lugar de sufrimiento y penuria, carguen solamente con la deshonra. Después de todo, la honra en este entorno no vale tanto y muchos que la han comprado piensan que sería asunto de recompra pura y simplemente.

Este plan de trabajo para proteger a Medina quien detenta el poder que los cobija a todos es atrevido y ambicioso y, desgraciadamente, tiene posibilidades de salir bien porque el PLD de Medina apuesta a la imbecilidad de sus adversarios, a la mediocridad de los dirigentes políticos, a la mala memoria de los dominicanos, al culto reverencial de la chercha y el sexo y al despliegue deslumbrante del dinero porque esta operación va a costar otra millonada.

Recuerde el lector que Medina está dispuesto a llevar a la hoguera a quien sea para salvarse y que su estrategia está basada en llevar a los tribunales a quienes no haya podido evitar implicar por la presión local e internacional mientras el será juzgado por una comisión de su propia hechura y solamente por Punta Catalina. Pero todo ese entramado puede salir mal y ojalá que así sea porque así como los perros no se amarran con longaniza es pobre esperanza que estos tipos se vayan a juzgar a si mismos ni siquiera bajo ineludible presión externa y local. Trabajemos para eso por nuestro propio bien y el futuro de todos.