¿Y donde están los aviones Súper Tucanos?

Por Ing. Jaime Bruno

En momentos que el cuarto juzgado de instrucción del Distrito Nacional envía a juicio de fondo a militares que sirvieron al país durante el periodo de gobierno 2008 al 2012, del Ex presidente Dr. Leonel Fernández, por supuestamente recibir sobornos de unos US$3.5 millones, distribuidos por la empresa Brasileira de Aeronáutica (Embraer), podemos afirmar que ciertamente este tribunal está levantando un cadáver insepulto de los muchos que aun están en las manos de la justicia dominicana.

Durante las tres gestiones de gobierno del ex presidente de la República Dominicana, Dr. Leonel Fernández se realizaron grandes obras, entre las más importantes están los elevados, el metro, y la modernización del estado, todas ellas acogidas y valorizadas por el pueblo Dominicano. La decisión que hasta este momento, la nación dominicana no ha disfrutado o valorizado en su totalidad debido a su naturaleza, es la compra de los aviones Súper Tucanos.

Modernizar la Fuerza Aérea Dominicana era una necesidad, y con la compra de estos modernos aviones en diciembre del 2008, se le dio a este cuerpo castrense un nuevo respiro. La compra se realizó por un valor de US$92 millones, la Fuerza Aérea paso a ser un duro contrincante en el combate y lucha contra el tráfico de armas, drogas y otros males que aún en estos tiempos afectan la frontera y el espacio aéreo dominicano. Muchas personas entendieron que se realizó una pésima compra, que no debió realizarse por tal razón o simplemente que la necesidad de seguridad del país en aquel entonces, no era como para tener en posesión esos equipos bélicos y de protección soberana.

La astucia, empuje político y la visión proyectada al futuro de los acontecimientos históricos del ex presidente de la República Dominicana Dr. Leonel Fernández, permitieron esta aprobación. Antes de la compra de los Súper Tucanos la seguridad del espacio aéreo dominicano estuvo en peligro con las constantes incursiones violatorias que ocurrían. Debido a la compra, los carteles de las drogas decidieron utilizar otros métodos para introducir cargamentos de armas de fuego, dinero y drogas, que antes eran lanzadas desde pequeños aviones que incursionaban sin autorización a nuestro espacio aéreo.

Después de la compra de estos multiuso y modernos aviones, y un meticuloso plan de vigilancia aérea, las incursiones ilegales se han reducido a un mínimo. Los Súper Tucanos pueden ser equipados con ametralladoras, sensores infrarrojos, bombas guiadas por láser y bombas clúster de caída libre que a baja altura se abran dejando caer más de 250 sub municiones esparciéndose en una gran área, y poder destruir vehículos, aviones y campamentos de tropas. Estas características militares de los aviones, favorecieron su compra, puesto que defender la soberanía en la frontera entre Haití y la República Dominicana era prioridad uno A.

La defensa territorial y de los ciudadanos dominicanos en la frontera siempre es cuestionada y la realidad es que es un grave el problema para ambas naciones que utilizan la frontera para intercambios comerciales. Para la República Dominicana es un gran reto poder frenar la inmigración ilegal que vemos a lo largo de toda la frontera, y por donde ciudadanos haitianos cruzan ilegalmente hacia la República Dominicana y con ellos posiblemente armas de fuego, estupefacientes, dinero para ser lavado, enfermedades, etc.

La sentencia No. 168-13 emitida el 23 de septiembre de 2013 del Tribunal Constitucional de República Dominicana y los artículos 6, 8 y 11 de la Ley No. 169-14 de 23 de mayo de 2014 y estableció que sólo se consideran como nacionales dominicanos a las personas nacidas en territorio dominicano de padres dominicanos o residentes legales, abrieron una caja de pandora; sanciones internacionales por aquí, presiones por allá y a partir del año 2015, cuando comenzaron reforzar y a dar cumplimiento a lo que mandaba dicha sentencia y sus reglamentos. Las relaciones entre la República Dominicana y la República de Haití entraron en otra delicada fase, durante el proceso de detención y deportación de ciudadanos indocumentados, estas acciones concitaron malestares mayúsculos, y fue necesario implementar la utilización de nuevos métodos de control y vigilancia, de manera que los aviones Súper Tucanos serian de gran ayuda en la vigilancia rutinaria de las costas marítimas y a todo lo largo de la frontera entre la República Dominicana y la República de Haití.

La invasión pacífica de indocumentados haitianos hacia territorio dominicano, asociado a los últimos acontecimientos que se están viendo en la frontera y territorio haitiano, podrían pasar a ser problemas difíciles de resolver de manera diplomática; se entiende que anarquistas y  grupos armados han querido desestabilizar la zona fronteriza para desacreditar aún más al gobierno dominicano ante la comunidad internacional.

La población civil en la frontera, los militares, en fin, todo buen dominicano que le duela su país debe estar preparado para cualquier eventualidad. El gobierno dominicano actuó con responsabilidad al adquirir estas aeronaves. Quiera Dios que todo transcurra pacíficamente, porque de lo contrario y manera natural la nación Dominicana comenzaría a valorar aun más, la astuta compra de los aviones Super Tucanos.

El Motín