El Papa Francisco y Volodymyr Zelensky

Visita de Zelensky al Papa Fransisco: Una reunión hueca

Por: Jaime Bruno

Después de una alocución en la que el papa Francisco turbara al mundo al referirse a una misión de paz secreta, el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky se reunió con el papa en el Vaticano, la visita relámpago incluyó reuniones separadas con Sergio Mattarella, presidente de Italia y la primera ministro Giorgia Meloni.

Las discusiones del Sr. Zelensky en Roma sobre la guerra y la paz llegan en un momento realmente crucial, exactamente cuando las tropas militares de Ucrania avanzan cerca de la ciudad oriental clave de Bakhmut, antes de una contraofensiva ampliamente anticipada y cuando varios países han anunciado su mayor ayuda militar desde que comenzó la guerra.

El estado italiano por mediación a su primer ministro, afirmó su apoyo al esfuerzo bélico de Ucrania al proporcionar armas por valor de 2,700 millones de euros.  La decisión de Zelensky de comenzar su recorrido más reciente por Europa en Roma no es casual, también visitará a Alemania para unificar asistencia de dos ejes centrales para la victoria que se ve llegar.

Pero la piedra angular y más fina diplomáticamente de esta parada de Zelensky a Roma, se produjo cuando estrechó la mano del papa Francisco y dialogaron por más de 30 minutos. La diplomacia permite muchas cosas. Proponiéndoselo o no, el papa ha tratado de posicionarse como un pacificador potencial para la solución del conflicto Ucrania – Rusia. En las actuales circunstancias que se encuentra esta guerra, sería contraproducente para el logro no solo de la victoria de Ucrania, sino también de una paz real y justa, la intervención de la iglesia.

En aras de un lucimiento neutral, el Vaticano esboza comentarios confusos y contradictorios sobre la guerra en Ucrania, algo parecido a la posición de la iglesia en la segunda guerra mundial. El papa Francisco al finalizar una reunión con simpatizantes rusos en Hungría, habló logarítmicamente sobre «una misión en curso ahora, pero que aún no es pública» para traer la paz, la incertidumbre mundial se hizo presente cuando agregó, «cuando sea pública hablaré de ello”.

Difícilmente algún critico podría entender o descifrar de que estaba hablando el papa, especialmente los políticos y ciudadanos de países ortodoxos y con pocos feligreses católicos romanos. Infiero que la visita de Zelensky mucho tiene que ver con una explicación en persona por qué tal pronunciamiento podría ser perjudicial en los actuales momentos para los objetivos de recuperación de territorios ocupados y una paz justa. El presidente Zelensky ha expresado una única vía como algoritmo efectivo para lograr una paz justa.

Sucede y viene a ser, que, desde la invasión a gran escala de Rusia en febrero de 2022, el Papa ha rechazado varias invitaciones del gobierno ucraniano para reunirse con Zelensky en Kiev. En este punto de inflexión sin retorno de la guerra, ya no es necesario mediar porque la victoria es esencial para Ucrania y los países cercanos, además es un ensueño y una utopía pensar que se puede mediar con Vladimir Putin. Realmente no veo ningún sentido en hablar y tratar de implementar un plan de paz lidereado por la iglesia católica, cuando se tiene al toro agarrado por los cuernos.

Sin duda alguna el papa Francisco ha enviado mensajes de aliento y de caminos hacia un diálogo que conduzca a la paz, lamentablemente las guerras tienen sus realidades. Las críticas al vaticano han sido duras, especialmente al comienzo de la guerra, por asumir una neutralidad que críticos consideran moralmente cuestionable frente a la clara agresión rusa.

Para Zelensky, la visita ha sido un éxito. La ambigüedad por parte del gobierno italiano es inexistente y Alemania es un aliado natural. Occidente y la comunidad europea entienden que la seguridad y la cooperación militar es vital, que las decisiones en este sentido son muy importantes para toda Europa y las naciones del mundo.

Para Ucrania claramente es una necesidad encontrar apoyo y suministro concreto de municiones, misiles y otras armas modernas para poder defender a su país. Ganarse al Papa es parte de la diplomacia, el pontífice ejerce una autoridad moral que la comunidad europea y obviamente, Zelensky quiere más claramente definida y de su lado.  Es complicado y preocupante, nadie quiere que, en su afán de mediador, el Papa sin querer se estuviera convirtiendo en un peón de Putin. Solo hay que echar un vistazo al papel de la Iglesia Ortodoxa Rusa, que ha tratado de dar legitimidad religiosa a la invasión.

La realidad es que toda la responsabilidad del desenlace de la guerra recae sobre Rusia y que la única paz aceptable para Ucrania es que se cumpla con sus condiciones. El mundo no puede ser tan hipócrita como para llamar paz, a algo que obviamente es una invasión.

El Motín

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