Después de 11 ajustes fiscales entre 2000-2016 y la presión tributaria no crece, es evidente que la salida al problema fiscal dominicana no está en poner más impuestos sino en revisar primero la calidad del gasto. Hay que hacer:
- Una revisión exhaustiva del gasto público, conocer de la disponibilidad por esa vía que puede alcanzar más del 2% del PIB y poder determinar lo que se necesita.
- Recuperar la confianza en el Estado y establecer un marco legal con sanciones a los excesos de gasto público, desviación de fondos y corrupción.
- Finalmente, después de haber logrado los objetivos anteriores una revisión del sistema tributario y una evaluación de los incentivos.
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