Estados Unidos permitirá la entrada cada mes de hasta 30.000 migrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, pero endurecerá las restricciones para aquellos que intenten cruzar la frontera con México sin la documentación necesaria.
El nuevo procedimiento es «ordenado, seguro y humano» y «reducirá sustancialmente» el número de personas que tratan de acceder a territorio estadounidense de forma ilegal, dijo este jueves el presidente Joe Biden al presentar el plan con el que pretende atajar la crisis migratoria en la frontera sur.
«Estas medidas ampliarán y acelerarán las vías legales para una migración ordenada y tendrán nuevas consecuencias para quienes no utilicen esas vías legales», había indicado la Casa Blanca en un comunicado publicado momentos antes de la intervención del presidente.
La cuota de migrantes se limitará a quienes tengan a un patrocinador financiero que ya esté en EE.UU. (individuos o representantes de organizaciones) y haya superado una investigación de antecedentes, pasen una investigación de seguridad y prueben que están vacunados contra la covid-19 y cumplan con otros requisitos sanitarios, lo que les permitirá vivir y trabajar en el país durante dos años.
Y aquellos que intenten entrar de forma ilegal serán expulsados bajo la norma sanitaria conocida como Título 42 con la intervención de la policía y en coordinación con México.
Biden urgió a aquellos que quieren migrar a que usen el nuevo procedimiento en lugar de tratar de llegar al país por sus propios medios.
«No se presenten en la frontera. Quédense donde están y soliciten (el acceso) de forma legal«, dijo Biden.
«Si tu solicitud es aprobada, podrás entrar. Si es denegada o intentas cruzar a Estados Unidos de forma ilegal, no te será permitido el acceso».
Las solicitudes se deben realizar a partir de este viernes online, a través de la aplicación CBP One, que permite a los posibles solicitantes de asilo programar una llegada a un puerto de entrada a los EE.UU. Aquellos a quienes se les niegue o intenten cruzar ilegalmente no serán elegibles para el programa en el futuro.
En octubre ya se lanzó un programa similar para venezolanos, con un cupo de 24.000 al año, que a su vez estaba basado en un plan para ucranianos que huían de la guerra con Rusia. Ahora el modelo se amplía a otras nacionalidades con el objetivo de aliviar la presión migratoria en la frontera sur de EE.UU.
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