RÍO DE JANEIRO — Tenía una nueva prueba, pero el destino le dio una mano. Rafael Nadal (5º del mundo), que venía de dejar atrás a Nicolás Almagro (53º), reciente finalista en Buenos Aires, debía cruzarse con Alexandr Dolgopolov (33°), ante quien había perdido en sus últimos dos cruces, pero una lesión marginó al ucraniano del ATP de Río de Janeiro. Así, el ex-Nº1 del ranking se metió en semifinales. En la jornada, además, David Ferrer (6°) quedó eliminado al caer ante Dominic Thiem (19°), que llega con confianza extra por su título en Buenos Aires. También hubo presencia sudamericana, con doble festejo.

La doble lucha que iba a afrontar el zurdo de Manacor terminó en una promesa de gran duelo. Cuando la lluvia fue protagonista durante la tardecita, Dolgopolov le informó a los organizadores del torneo que no podía jugar debido a una lesión en el hombro derecho. Por eso, Nadal no pisó este viernes el estadio Guga Kuerten y dejó ese desquite pendiente para otra escala del circuito.

El español había sido superado por el ucraniano en Queen’s 2015 e Indian Wells 2014, aunque el nueve veces campeón de Roland Garros lidera en el historial por 5-2 y ganó los dos partidos que se jugaron sobre polvo de ladrillo.

Así, el público se quedó con ganas de ver nuevamente a Nadal. Por esa vía rápida, el zurdo se metió entonces en su tercera semifinal en el año, tras caer en esa ronda hace unos días en Buenos Aires y ser finalista en Doha, a comienzos de 2016. En el medio, el paso en falso en el Abierto de Australia, donde fue eliminado en primera ronda por su compatriota Fernando Verdasco.

Nadal, campeón de este ATP en 2014 (y semifinalista el año pasado), irá ante el uruguayo Pablo Cuevas (45°), que superó en dos parciales al argentino Federico Delbonis (46°).

En tanto, por la parte baja del cuadro, Ferrer (6°), defensor del título, se quedó afuera ante Thiem (19º), un rival que está con la mano muy caliente, ya que el domingo pasado se coronó en el ATP de Buenos Aires, con victoria incluida sobre Nadal, nada menos.

En menos de una hora y cuarto de juego, el austríaco se impuso por 6-3 y 6-2 al español, mostrando mucha solidez, sus golpes pesados desde la base y evitó ser presa de los cambios de ritmo de Ferrer. En total, Thiem generó nueve posibilidad de rotura y facturó en cuatro de ellas. Además, su servicio apenas lo cedió una vez, siendo de principio a fin el dueño del trámite.

Sin dudas, este joven está en gran forma y su próximo adversario es el argentino Guido Pella (71º), quien se aseguró instalarse el lunes próximo por primera vez en su carrera en el Top 50 del mundo. Otro desafío para ambos.