Pura bajeza contra el General Otaño

Por Alberto Quezada

Múltiples partidos de la oposición política han solicitado que el jefe de la Policía Militar Electoral, Mayor General ERD Juan José Otaño Jiménez, sea removido de su cargo por la “inacción” frente a supuestos delitos electorales cometidos por el Partido Revolucionario Moderno (PRM) durante las elecciones municipales pasadas.

Esta solicitud está contenida en un documento firmado por varios candidatos presidenciales y presidentes de partidos políticos, en el que proponen, además, suspender al director general de Juntas Electorales, Ramón Urbáez Mancebo, afirmando que se ha mostrado “parcialidad y complicidad” con el PRM.

Luego de hacer un análisis reflexivo sobre los argumentos esgrimidos por los firmantes del referido documento para motivar la destitución del Mayor General Otaño Jiménez vemos que se advierte una fijación extraña hacia el alto oficial la cual no debe pasarse por alto. Veamos. 

Lo primero es que constituye un acto de cobardía de aquellos que se han dedicado a promover una absurda destitución de Otaño Jiménez, cuando ellos mismos saben perfectamente que los argumentos utilizados carecen de peso jurídico para tomar una decisión como la que solicitan. Esos señores parecen desconocer cuál es el rol de la Policía Militar Electoral.

Es un abuso imperdonable, una bajeza incalificable, lo que se trama en contra de ese oficial, al cual conozco y del que sé de sus orígenes, principios, valores, consagración a la vida militar   y familiar, así como su devoción por el trabajo y el servicio a su país.

He hablado con él en intimidad, que es una de las maneras más directa de conocer a un ser humano, y he podido darme cuenta de que es incapaz de prestarse a algo indecoroso e ignominioso que pueda avergonzar a su familia, Fuerzas Armadas y su país.

Ni en los momentos más oscuros de su vida militar, la cual ya tiene 44 años, cuando de manera injusta e ilegal le frisaron por 20 años en el rango de Coronel, jamás poso en su cabeza, ni por asomo, un pensamiento u comportamiento de traición por beneficios materiales o cualquier ventaja. Ese ciudadano es de otra estirpe, es poseedor de una trayectoria militar y personal ejemplar.  

Y una reflexión final. A los sectores e intereses que están detrás de la cabeza del mayor general ERD Otaño Jiménez, en la actual coyuntura, tienen que entender que deben contener sus ambiciones, aspiraciones, frustraciones y depresiones, ya que insistir en eso a lo único que conduciría es a un indeseable y funesto deslucimiento o aborto de las elecciones presidenciales y congresuales del 19 de mayo venidero y eso no le conviene a nadie en este país. ¿O sí?.

 El autor es periodista y magíster en derecho y relaciones internacionales. Reside en Santo Domingo.quezada.alberto218@gmail.com

El Motín

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