Por Ken Gurnick
SCOTTSDALE, Arizona — El jardinero cubano Yasiel Puig, quien está surgiendo como uno de los rostros de las Grandes Ligas, ha llamado más la atención por sus jonrones que por cualquier otra cosa controversial en estos Entrenamientos de Primavera con los Dodgers.
«En muchos de los artículos que leímos en la temporada muerta sobre él, habló de ser más profesional y un mejor compañero de equipo», dijo el piloto de Los Angeles, Don Mattingly, acerca de Puig. «Pienso que le conviene estar entre los muchachos que tenemos en el clubhouse como Jimmy Rollins, Howie Kendrick, [el dominicano] Joel Peralta y, por supuesto, [el mexicano] Adrián González y [el quisqueyano] Juan Uribe siempre están ahí.
«Creo que es sólo parte de su madurez como pelotero. El año pasado fue su primera temporada completa en las Grandes Ligas, y todavía está joven. Lo único que queremos es que siga mejorando cada año».
Con la partida del dominicano Hanley Ramírez y Matt Kemp, Puig ahora asume el papel del principal productor de carreras desde el lado derecho del plato. Tampoco cabe duda de que es el enfoque del clubhouse, excepto en los días en que Clayton Kershaw es el abridor.
Como una estrella de las cinco herramientas, en ocasiones es un muchacho precoz, pero ha dejado de ser estrafalario. Incluso ha sido menos atrevido a la hora de tirar el bate luego de un batazo.
«Como oponente, te enfadas un poco por las cosas que hace», señaló Rollins. «Pero como compañero, con tal de que no le falte el respeto a nadie, puede seguir jugando con el mismo estilo. Tenemos suficiente gente aquí para decir algo si es necesario hacerlo, y lo mismo aplica para el resto en el clubhouse».
En el pasado, los Dodgers no tenían los jugadores para reprender a Puig. El guardabosque tampoco prestaba atención. La dinámica este año ha cambiado, no sólo por los jugadores de renombre que ya no se encuentran en el equipo, sino también por los que han llegado. El cambio radical en el roster convirtió a algunos de los rivales de Puig en compañeros. Eso incluye a su compatriota Yasmani Grandal (quien estaba en los Padres) y Brandon McCarthy (quien estaba en los D-backs), entre los varios equipos que Puig ha enfadado.
«Desde mi punto de vista, puede hacer lo que quiera siempre y cuando pueda respaldarlo con su desempeño», expresó Grandal acerca de Puig, quien estuvo en medio de un altercado en el 2013 en San Diego que dejó a Zack Greinke con una clavícula fracturada.
«He visto a muchos en Cuba jugar así. Pero en República Dominicana es celebrado. Les gusta festejar un hit y lo entiendo. Algunos muchachos lo hacen más que otros. Yo nunca tuve problema con eso. He visto el otro lado. Así juegan allá. Todos lo ven de diferentes maneras».
Puig también estuvo en medio de una bronca con los D-backs de McCarthy en ese mismo año.
«Puedo ver por qué enfada al otro equipo», dijo McCarthy. «Pero ahora es mi compañero y no veo la hora de jugar junto a él. Espero que se luzca todo el año».
El lanzador dominicano Juan Nicasio dijo que en su primera semana de los Entrenamientos de Primavera, le preguntó a Puig por qué jugaba así.
«Le pregunté en el cuarto de pesas por qué se emocionaba tanto cuando pegaba un jonrón», recordó Nicasio. «Me dijo que era algo natural. Dice que no trata de hacer algo malo, sino que es algo natural para él cuando se vuela la cerca. En ocasiones cuando poncho a un bateador no hago nada, pero cuando me conectan un hit hacen un show».
Kendrick recuerda un partido del año pasado contra los Angelinos, cuando el dominicano Albert Pujols aprovechó la indiferencia de Puig en los jardines para tomar una base extra. Pero con cada falla, también hay momentos que sobresalen.
«Cuando tratas de armar un equipo campeón, necesitas jugadores de esa clase», dijo Kendrick. «Aquí parece llevarse bien con todos».
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